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Daniel Martínez le declara la guerra "a las mafias que entran al barrio"

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Daniel Martínez habla en acto político. Graciel Villar escucha atenta. Foto: Marcelo Bonjour

FRENTE AMPLIO

La fórmula presidencial del Frente Amplio pone el foco en la idea de dos modelos.

Hay bolas de espejo, hay telas que brillan con la luz violeta, banderas que flamean y hay música. Todo hace que el club de bochas Los 33, en Malvín Norte, sea una fiesta. Pero el candidato a la Presidencia por el Frente Amplio, Daniel Martínez, está más reflexivo que de costumbre. Evita el latiguillo del “vamo’ arriba” y prefiere centrarse en los desafíos “de un futuro que cambia demasiado acelerado”.

Habla de cómo el conocimiento humano se duplica cada dos años. Elogia a los universitarios que son la primera generación en sus familias en llegar a ese nivel, pero dice que “todavía faltan más”. Insiste en la reducción del plástico de un solo uso. Y en que el valor de un país “ya no son los recursos naturales sino el conocimiento”. Por eso, vuelve a anunciar que, de ser gobierno, capacitará, cada año, a 80.000 trabajadores para que se adapten a los oficios del futuro.

Pero ayer, en el club de bochas, Martínez se salió del discurso de ingeniero y puso foco en la seguridad. La delincuencia es, según las encuestas de opinión pública, el principal problema del país que identifican los uruguayos. Puede que un candidato del oficialismo lo quiera obviar. Y, sin embargo, fue la parte de la oratoria más aplaudida.

“La impunidad del delito afecta especialmente en esos barrios en los que las mafias intentan instalarse. Esas mafias que quieren disputarle el territorio a los vecinos y al propio Estado. Acá está Gustavo Leal (lo señala entre el público) que representa ese proceso de volver la presencia del Estado al territorio”, dijo el candidato subiendo el volumen a medida que se incrementaban las palmas.

Los aplausos ya habían sido recurrentes unos minutos antes, cuando la compañera de fórmula de Martínez, la exedila Graciela Villar, tomó la palabra. Mientras la candidata a vice hablaba, una señora del público, envuelta en una bandera del Frente Amplio, susurraba: “Qué bien que habla, no la conocía”.

Pero la propia Villar se encargó de decir que hay que darle chance a ser conocida. Y luego insistió en la idea de dos modelos, “el progresista y el conservador”. Esa dicotomía, dijo, “es la que se disputa el último domingo de octubre”. Así, la candidata recordó “el carnet de pobre” de un modelo y “el sistema integrado de salud” del otro.

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