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Un circuito con tres electores y otro en que nadie votó a blancos y frentistas, curiosidades de la elección

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Jornada de votación en las elecciones 2019 (primera vuelta). Foto: Francisco Flores

COLOR DE CAMPAÑA

Las elecciones de la primera vuelta del 27 de octubre dejaron varios hechos curiosos. Y en esta nota hacemos un repaso de cuáles fueron.

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Hay veces que una urna representa todo un país. En el Instituto San Carlos, de la ciudad homónima, hubo 347 votantes que se comportaron (casi) idénticos a la totalidad del electorado uruguayo. Es que en el circuito 266 de la serie DBA, uno de los dos circuitos que funcionó en ese centro educativo privado, el Frente Amplio ganó con el 40%, segundo quedó ubicado el Partido Nacional con 29%, tercero el Partido Colorado con 12% y cuarto Cabildo Abierto con 11%, muy similar a como fue el resultado global del país.

En la ciencia no valen esas casualidades. De ahí que, para realizar una proyección de escrutinio, sea necesario observar la primera centena de votos de más de un centenar de circuitos apostados en distintas partes del país (incluyendo variedad de zonas rurales, urbanas, niveles socioeconómicos y promedios de edades). De lo contrario no hay representatividad alguna. Salvo que, por fortuna, se haya observado cómo se votó en el curioso circuito carolino.

El País ya había informado que Paysandú era el departamento que mejor representaba las preferencias del electorado. Ese trofeo que otrora ostentaba Canelones, fue a parar a tierras sanduceras en 2014 y se mantuvo en 2019. Eso le vale el título de la “localidad dorada”, como le llaman los politólogos estadounidenses a las ciudades que se comportan estadísticamente más parecido al resultado de una elección.

Esta no fue, sin embargo, la única curiosidad que dejaron las elecciones de la primera vuelta del 27 de octubre.

A diferencia de otros países, sobre todo de aquellos que tienen comunidades autónomas o gobernadores de peso decisivo, en Uruguay el voto es relativamente homogéneo. Claro que los cientistas políticos vienen señalando variaciones entre las preferencias de Montevideo y el interior, en especial la distancia entre la capital y los departamentos de la frontera con Brasil. Claro que hay matices entre el voto rural y el más urbano, el rico y el pobre, el joven y el viejo. Pero esas diferencias son bastante menos evidente que en otras latitudes. Tanto es así que, a la hora de pintar de colores el mapa del país, en casi todos los rincones ganaron blancos o frenteamplistas.

Pero hay excepciones. En la escuela N°34 de Carpintería, en Tacuarembó, las dos colectividades más votadas del país no consiguieron siquiera un voto. De los siete votantes del circuito 168 de la serie TEC, seis se inclinaron por el Partido Colorado y uno lo hizo por Cabildo Abierto. ¿Solo siete votantes?

Escrutinio de votos de las elecciones internas 2019. Foto: Leonardo Mainé
Escrutinio de votos. Foto: Leonardo Mainé

En Uruguay el voto es obligatorio y también secreto. Pero en el circuito 9002 de la serie EZZ, en Rocha, los votos tienen nombre y apellido. Porque en esa urna apenas se concentraron tres votos: uno fue para Cabildo Abierto y los otros dos para el Frente Amplio (una lista de José Mujica y otra de Mario Bergara).

Solo en este circuito de Rocha y en de Tacuarembó en el que ninguno de los “grandes” obtuvo votos, el Partido Nacional no estuvo representado. En las restantes, más de 7.000 urnas siempre hubo al menos una hoja nacionalista.

El Frente Amplio logró casi un millón de votos y eso lo convirtió en el partido más votado de la elección del último domingo de octubre. Pero en 18 circuitos, entre los que se incluye el curioso caso de Carpintería, el oficialismo no cosechó siquiera una adhesión.

Esos circuitos en los que el partido de izquierda no obtuvo votos estuvieron ubicados en Azotea de Vera, Blanquillos, Cerro Amarillo, Castro, Casupá Chico, Col. Artigas, Coquimbo, El Cordobés, La Palma, Puntas de Malbajar, Salinas, Santa Lucía, Valentines y Villa Indart.

Rivera fue el único departamento en que triunfó el Partido Colorado. Allí fue, a la vez, una de las votaciones más bajas del Frente Amplio. Pero curiosamente en Pueblo de los Santos, al sureste del departamento, fue donde el oficialismo se hizo más fuerte: 65% de los votos.

El circuito más blanco, más que el “hueso de bagual”, fue en Cerro Amarillo. En esa localidad del departamento de Artigas, el Partido Nacional consiguió el 100% de los votos.

Las termas del Arapey, por su parte, calentaron el ánimo de los colorados. Porque en esa zona el Partido Colorado tuvo su mejor desempeño y superó la mitad de los votos (tuvo el apoyo del 54%).

Los cabildantes, en cambio, se hicieron fuerte en La Palma, Flores. En la escuela de allí, sobre la ruta 14, Cabildo Abierto conquistó el 58% de los votos.

Como todas las curiosidades, estas pinceladas que dejó la elección dicen poco de las características del electorado uruguayo.

Sin embargo, son el reflejo que detrás de los grande número, a veces cada urna dice mucho de una pequeña localidad. (Producción: Bruno Mottini).

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