COMBATE AL MICROTRÁFICO

Una llamada anónima o una sospecha despiertan el operativo. Vigilancia por tierra, escuchas telefónicas y trabajos de inteligencia de varios meses. Así se mueve la Policía para capturar a bandas que trafican droga y cerrar las “bocas” de venta. En algunos casos los policías pueden realizar trabajos de “campo”, analizando los movimientos de los delincuentes para detenerlos con las pruebas suficientes para ser juzgadas.

En los últimos días, jefaturas de Policía del interior del país, en conjunto con las fiscalías correspondientes, han dado varios golpes contra delincuentes dedicados a traficar sustancias estupefacientes ilegales.

El pasado viernes la Policía de Soriano y de Cerro Largo montaron grandes procedimientos que permitieron desarticular grupos que venían afectando en los departamentos.

Bajo el nombre “Operación Jacarandá”, efectivos de Soriano, en coordinación con la fiscal de Mercedes, Andrea Mastroiani, lograron detener a cinco personas que luego resultaron condenadas.

Este operativo surgió por escuchas telefónicas realizadas en otro procedimiento y permitió detectar que dos personas estaban proveyendo de droga a varias bocas en la ciudad de Mercedes. Durante cuatro meses se montaron vigilancias, escuchas telefónicas y se recabaron testimonios de testigos de identidad protegida para poder acusar a las personas encargadas de una boca, que funcionaba en el asentamiento Ombú.

“Se empezó a trabajar en una boca y dos de los detenidos resultaron ser proveedores, y traían la sustancia a Mercedes. Además de tener su propia boca, distribuían en otras”, explicó a El País una fuente de la investigación.

El operativo culminó con cinco personas condenadas por delitos continuados de negociación de estupefacientes y tráfico interno de armas. Las penas oscilaron entre los cuatro y cinco años de prisión efectiva.

Durante los allanamientos para dar con los delincuentes la Policía incautó celulares, drogas de distintos tipos, armas, municiones y más de $ 70.000

Al igual que en Soriano, la Policía de Cerro Largo dedicó meses de trabajo de inteligencia para dar con dos sospechosos de tener plantaciones de marihuana.

Los efectivos trabajaron con el apoyo de la Brigada de Droga departamental y del grupo PADO. Utilizaron drones, y aplicaron tareas de observación y vigilancia. Así lograron determinar que en Río Branco había un negocio ilegal de plantación de marihuana y su objetivo era venderla en el marcado negro brasileño.

Los investigadores policiales esperaron a que estuviera pronta la cosecha de marihuana para poder dar el golpe y detener a los responsables.

Con la información que fueron recolectando desde principios de este año, los efectivos obtuvieron una orden judicial para realizar cinco allanamientos en distintos puntos de la ciudad de Río Branco, en busca de los responsables del negocio ilegal.

Dos personas terminaron condenadas. Una de ellas por el delito de producción de sustancias estupefacientes prohibidas en reiteración real con un delito de tenencia para su consumo. Esta persona deberá cumplir con 20 meses de prisión efectiva. En tanto, el otro delincuente resultó condenado por el delito de asistencia a la actividad de producción de sustancias ilegales. Para esta última persona se dispuso una pena de un año de prisión efectiva.

Durante los allanamientos la Policía incautó 19 plantas de marihuana, cogollo y éxtasis. Además, se incautó un auto y una motosierra.