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Sindicato policial: "más de 1.200" efectivos del área metropolitana viven en una "zona roja"

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Inseguridad: el sindicato policial de Montevideo reclama medidas para proteger a los policías. Foto: Fernando Ponzetto.

ESTE LUNES

El sindicato reclama soluciones habitacionales para más de 1.000 agentes "solo en área metropolitana".

En un escenario de violencia contra efectivos policiales, este lunes el jefe de Policía de Montevideo, Ricardo Pérez, se reunió con representantes del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom), que hicieron una denuncia sobre la calidad de vida de los agentes.

En menos de una semana, cuatro policías fueron atacados por delincuentes, y uno de ellos falleció producto de una balacera. El pasado miércoles 15 de enero asesinaron al agente César David Texeira, de 29 años, en la Ruta 5 y Santa Lucía (accesos de Montevideo), mientras que los demás agentes resultaron lesionados en intercambios con delincuentes.

En este contexto, el sindicato policial denunció que actualmente más de 1.200 efectivos viven en zonas rojas. "Nosotros lo que consideramos es que si tenemos más de 1.200 compañeros solamente en el área metropolitana viviendo en zonas rojas, zonas conflictivas, tenemos que meterle diente a eso, y esos compañeros tienen que salir de esa zona", dijo Ricardo González, dirigente del sindicato, en rueda de prensa a la salida del encuentro.

"Muchas veces vemos que tenemos funcionarios policiales que pueden pagar un cierto nivel alto de alquiler, y no se les da una solución habitacional acorde", enfatizó.

Entre los cuatro casos de ataques contra policías, uno fue contra una agente policial de 19 años, abordada por dos delincuentes en moto cuando bajó del ómnibus para ir a su casa en Ciudad del Plata.

El hecho ocurrió el miércoles pasado cerca de las 23:00 cuando la joven, que es efectiva del área de Investigaciones de la Zona Operacional IV de Montevideo, fue atacada con varios disparos. Una de las balas le rozó el cuello. 

Unas horas antes, en Rivera, otro funcionario fue apuñalado y también le robaron el arma de reglamento. Se encuentra fuera de peligro.

El último caso de violencia contra efectivos policiales ocurrió este domingo sobre las 14:00 horas en el barrio capitalino de Villa Española. El policía, de 43 años, iba conduciendo su moto por la calle Pavón. Al llegar a la esquina con Arribeños decidió frenar y entrar a un kiosco, ubicado casi en la intersección de esas dos calles, para comprar comida.

El efectivo se dirigía a realizar un relevamiento de otros efectivos policiales de una custodia por un caso de violencia doméstica en la calle Guemes y Avenida José Pedro Varela, apenas a una cuadra del kiosco.

Una vez que el agente quedó de espaldas hacia la calle, llegaron dos delincuentes al lugar. u201cQuedate quieto porque te quemou201d, le dijeron los asaltantes, según las declaraciones del dueño del kiosco a la Policía.

Luego se escucharon tres disparos: uno quedó incrustado en la parte de atrás de su chaleco antibalas, otro le rozó la pierna izquierda y un tercero impactó en el maxilar y se desplazó hacia el oído. El agente policial también disparó contra los delincuentes. Y uno de los vecinos, tras observar el ataque, alertó a la Policía.

Los delincuentes, que fugaron y no llegaron a robarle nada al agente, abandonaron en la zona dos cascos.

Este lunes de tarde el Ministerio del Interior comunicó a través de su cuenta de Twitter que el efectivo policial se encuentra "estable, lúcido, con asistencia respiratoria, sin disfunción, ni compromiso neurológico, nervioso o vascular y sin actividad infecciosa".

El policía fue ingresado al Hospital Policial con "trauma maxilofacial grave y fractura de húmero izquierdo que compromete articulación de codo". El País había informado que la intervención quirúrgica para reconstruirle la mandíbula en la que impactó la bala tendría una duración aproximada de seis horas.

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