Publicidad

San Carlos, una ciudad rehén de los narcotraficantes

Compartir esta noticia
Operativo policial en San Carlos. Foto: Ricardo Figueredo.

POLICIALES

Dos bandas están enfrentadas en una ciudad de Maldonado: los líderes están presos, pero los ajustes de cuentas continúan.

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

Un arma, un cajón en un velorio, una foto y un juramento de venganza. Dicen que así arrancó todo. Que así fue que las personas en San Carlos empezaron a encerrarse dentro de sus casas cuando llega el atardecer.

En el cajón estaba el cuerpo del Carretilla. La mirada desafiante de venganza, acompañada de una pistola 9 milímetros, era del Kane. Era el 1° de marzo de 2018 y la foto se empezó a viralizar junto con el miedo de ver el rostro de uno de los líderes de una de las dos bandas de narcos de la ciudad carolina.

El otro líder es el Buñuelo, a quien Kane responsabiliza de la muerte del Carretilla.

Desde ese día empezaron a llegar a San Carlos las balas desde las motos conducidas por sicarios y entonces la ciudad quedó rehén de una disputa entre esas bandas.

“Se mezclaron cosas. Empezó por la droga pero también hubo conflictos familiares”, indica una fuente judicial consultada por El País.

Herencia.

Hoy Kane y Buñuelo se encuentran en prisión. La misma fuente asegura que lo peor de esa guerra ya pasó. Pero, de todas formas, los homicidios y los episodios violentos siguen apareciendo en las calles de San Carlos.

Hace pocas semanas balearon a un hombre cerca de la ruta 9. Un amigo de la víctima, al ver el episodio, lo trasladó en auto al hospital. En el camino embistieron a la moto de donde partieron los disparos.

El hijo del hombre baleado “está metido en la droga”, indica la fuente, y por venganza atacaron a su padre.

En 2019 hubo 22 homicidios en Maldonado, según datos divulgados por el Ministerio del Interior. Diez de esos casos, de acuerdo a un relevamiento realizado por El País, se dieron en la ciudad de San Carlos.

En esa lista de asesinatos se encuentran los tres hermanos del Buñuelo (ver aparte).

Que los líderes de las bandas estén entre rejas no quiere decir que la disputa entre los grupos haya terminado. Fuentes policiales indicaron a El País que los familiares de los narcos son los que quedan a cargo del negocio de la venta de droga.

Jorge Larrañaga, ministro del Interior, viajó a San Carlos. Foto: Ricardo Figueredo.
Jorge Larrañaga, ministro del Interior, viajó a San Carlos. Foto: Ricardo Figueredo.

Según indica la fuente judicial, todo apunta a que un familiar del Kane es quién hoy dirige el negocio de estupefacientes en San Carlos. Esta persona es seguida de cerca por la Policía y la Fiscalía.

El padre del Kane, por su parte, también se encuentra en prisión. Fue detenido luego de un allanamiento en uno de las casas de los integrantes del grupo. Los efectivos lo encontraron durmiendo en un dormitorio chico. Al lado de él había una muñeca.

Eso llamó la atención de la Policía. Escondida dentro de la cabeza del juguete los efectivos encontraron más de 200 dosis de cocaína.

El hombre declaró que no sabía como había llegado la droga y que él, “como tenía muchos nietos”, llevaba y traía juguetes. Así, dice a El País la fuente judicial, la droga se mueve por la ciudad de San Carlos.

Asesinaron a cinco hermanos del Buñuelo

La casa del Buñuelo está ubicada en el barrio Rodríguez Barrios. Pero ya no vive nadie ahí. Hasta hace poco vivía en ese lugar su madre, pero por miedo, dicen los vecinos, está escondida.

En 2019 asesinaron a tres hijos de la mujer. El 20 de diciembre de 2019 se dio el último homicidio. Sobre las 17 horas, el Sapito -de 19 años, y hermano del Buñuelo- fue baleado en la puerta de su casa. En ese mismo lugar pero en noviembre habían ejecutado a otro de sus hermanos. El tercer hermano fue asesinado en octubre. En realidad, en total mataron a cinco hermanos del Buñuelo. Los otros dos, según fuentes judiciales, se dieron dentro de los establecimientos carcelarios donde estaban privados de libertad. La madre del Buñuelo tuvo 13 hijos. Cinco ya fueron asesinados y varios de ellos están presos.

Buñuelo fue condenado en noviembre de 2018 a dos años de penitenciaría, instancia en la cual se declaró culpable de un delito de comercialización de estupefacientes.

Está privado de libertad desde junio de 2018, cuando comenzó a cumplir una pena de prisión preventiva, que le fue descontada de la condena anunciada en noviembre de ese año.

Ambiente.

Vacías. Así están las calles del barrio Rodríguez Barrios, ubicado sobre el este de la ciudad San Carlos. Son las 12 del mediodía del 5 de marzo y todas las casas están con sus persianas bajas. Algunos pocos almacenes tienen sus puertas abiertas. En uno de ellos está Carmen (nombre ficticio).

La comerciante dice que lo más difícil es sobrellevar la noche, pero que de todas maneras muchos de los tiroteos se dan a plena luz del día.

“Él último fue hace pocos días a las 16 horas. Le dieron un tiro en la cara y en un brazo a una muchacha”, dice Carmen mientras coloca con tranquilidad algunos productos del negocio en los estantes.

“Ya estamos acostumbrados; a mí miedo no me da”, explica segundos después.

En ese momento un hombre entra al local y escucha el relato de la vecina.

“En uno de los tiroteos yo estaba estacionado en el auto. Cuando te das cuenta de que dispararon contra alguien ya se fueron. Es todo muy rápido. No impresiona porque estamos acostumbrados a esto y a escuchar las balas por la noche”, cuenta.

Lo único que los pone en alerta, dicen los vecinos, es cuando escuchan una moto cerca. Cuentan que siempre arriba de las motos vienen dos personas. Que están abrigados y que el que va atrás lleva las manos en los bolsillos hasta que se acercan a la víctima: ahí, agregan, sacan el revólver y disparan varias veces.

Mientras se avanza por las calles del barrio Rodríguez Barrios, el clima comienza a cambiar. El silencio que antes predominaba desaparece por sonidos de los motores.

Enseguida la cuadra se empieza a llenar de motos y patrulleros de la policía.

Unas horas antes, el ministro del Interior Jorge Larrañaga había llegado a la ciudad para asistir a las designaciones de las nuevas autoridades en el departamento.

Luego de eso se lanzó un operativo de alto impacto. Bajo el nombre “Operación Chajá”, unos 70 vehículos del Ministerio del Interior salieron a recorren la ciudad.

En San Carlos se desarrolló la “Operación Chajá”. Foto: Ricardo Figueredo.
En San Carlos se desarrolló la “Operación Chajá”. Foto: Ricardo Figueredo.

Las motos empezaron a llegar en filas. Tres se detuvieron. Una vecina aplaudió al ver que los efectivos de la Guardia Republicana detuvieron a dos hombres en la calle.

“Estamos cansados. Llega la tardecita y todos evitamos salir. No se si esto cambiará algo, pero lo que es seguro es que acá la guerra entre los narcos nos tiene de rehenes”, contó.

Hipótesis sobre la droga en San Carlos

San Carlos es uno de los puntos donde las bandas de narcotraficantes se enfrentan por la venta de droga. Una de las hipótesis que maneja la Policía, según explicaron fuentes del caso a El País, es que la ciudad queda en el medio de la ruta entre Montevideo y Brasil. Además, también está cerca de Punta del Este. Y esa es otra de las ventajas que los narcos encuentran ahí, sobre todo en verano, donde el consumo aumenta.

La cercanía con Montevideo también hace suponer que en San Carlos funciona como depósito y desde ahí parte la droga como forma de abastecer a zonas aledañas. Pero el enfrentamiento entre las dos bandas de San Carlos no es el único que hay en Maldonado. Fuentes policiales indicaron a El País que en Maldonado Nuevo también existe una disputa entre dos grupos.

Los líderes de las bandas de San Carlos y los de Maldonado Nuevo, explicaron las fuentes, no disputan por un territorio porque manejan mercados diferentes y el terreno está delimitado.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad