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Un policía le cortó la mano a un colega y enseguida se suicidó

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Republicana: el Ministerio del Interior dispuso la presencia de 27 efectivos de la Guardia en Salto tras varios incidentes violentos. Foto: Ariel  Colmegna

Enfrentamiento

El agresor sufría una profunda depresión, según compañeros.

Republicana: el Ministerio del Interior dispuso la presencia de 27 efectivos de la Guardia en Salto tras varios incidentes violentos. Foto: Ariel  Colmegna
Los policías integraban la Guardia Republicana. Foto: Archivo

Un enfrentamiento entre dos policías terminó en un baño de sangre. Ambos vivían juntos en una casa de Melilla y se habían conocido trabajando en dependencias de la Guardia Republicana.

Las diferencias personales se saldaron a machetazos. Tras cortarle una mano al amigo y atrincherarse, el agresor se quitó la vida.

Cerca de la hora 11:00 de ayer sábado, los vecinos de calle 200 y César Mayo Gutiérrez rescataron al policía que sufrió la amputación de la mano derecha.

Además, la víctima sufrió una grave lesión en los tendones de la mano izquierda, la que, dependiendo de la evolución del cuadro, podría ser le también amputada en las próximas horas. Además presentó una herida cortante en la cabeza, con posible hundimiento de cráneo, según informó a la Policía la médica tratante.

A eso de la hora 11.30 se supo que el agresor permanecía dentro de la vivienda y que estaba armado con un rifle. En el lugar se presentó un equipo de policías de la Guardia Republicana, que mediante el negociador, trató de disuadir el violento sujeto.

Ayer se manejó que la amputación fue producida luego de una fuerte discusión entre ambos hombres.

Al parecer, el agresor pretendió cortarle el cuello a la víctima cuando este puso sus manos para protegerse.

Tras cumplir con todas las etapas del protocolo fijado por el Ministerio del Interior para estos casos y mediante orden judicial, los uniformados procedieron a ingresar a la casa. En su interior encontraron el cuerpo del policía agresor, estaba en el piso y con una soga al cuello.

Si bien los investigadores están en pleno proceso de análisis de los datos y testimonios sobre el caso, fuentes policiales señalaron que el agredido había dado alojamiento al agresor. El victimario era un efectivo de la Guardia Republicana que se encontraba atravesando una "fuerte depresión", según consignaron fuentes policiales. Había tenido varias denuncias por violencia doméstica, estaba sumariado y se le había retirado el arma de reglamento.

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