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Pánico en Paso Molino: a los tiros en la avenida Agraciada

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Personal de varias reparticiones participaron en el operativo que solo logró detener a uno de los tres involucrados. Foto: Francisco Flores.

Caos y temor en plena vía pública

Delincuente disparó dentro de un ómnibus y dejó dos personas heridas.

Paso Molino vivió ayer un mediodía de furia marcado por un tiroteo entre la Policía y delincuentes en la avenida Agraciada, a la altura de Julián Álvarez.

La Policía desplegó seis patrulleros en el lugar y varias reparticiones colaboraron con el operativo. A última hora de ayer, todavía se intentaba esclarecer cuál fue el motivo que desencadenó el hecho en el que estuvieron involucrados tres delincuentes.

Dos de ellos se subieron a un ómnibus de la línea 125. Uno estaba "borracho" o "drogado", relataron los pasajeros. Realizó disparos con armas de fuego que hirieron a una mujer de 23 años y a un hombre de 40 que estaban afuera, en la parada de ómnibus. Ambos se encuentran fuera de peligro.

Tras esos disparos, que rompieron algunos vidrios de la unidad, ambos descendieron y uno de ellos se tiroteó con dos funcionarias policiales que estaban en el lugar. A las 12:30 se inició una persecución entre una masiva cantidad de personas que salían de sus trabajos a almorzar y varios niños que se dirigían a la escuela o retornaban de ella a sus hogares.

Tiros: los testigos escucharon ocho disparos. Foto: Francisco Flores.
Tiros: los testigos escucharon ocho disparos. Foto: Francisco Flores.

Conmoción.

Álvaro Caraballo vende todos los días empanadas en la parada de ómnibus frente a donde hirieron a las dos personas. Dijo que un delincuente disparó hacia arriba. "Estaba con el arma y decía: ¿quién es guapo acá?. Después siguió caminando hacia abajo". Algunos aseguraron que el hombre se tambaleaba y que no podía valerse de sí mismo.

Decenas de personas intentaron guarecerse. Cuando Caraballo escuchó las detonaciones, abrazó a una mujer que estaba con su hija y las tiró al piso. "Una bala perdida le puede tocar a cualquiera", comentó.

El delincuente siguió su camino y se cruzó con Javier Irrazábal, quien trabaja hace diez años en la parada de taxis ubicada justo en la esquina de Agraciada. Este hombre dijo que después de algunos disparos el delincuente lo encañonó con el arma. "Esto era un caos total. Disparó a todo el mundo. La gente estaba muy asustada. ¿Viste cuando en Estados Unidos un loco sale a disparar a todo el mundo? Bueno acá se vivió algo parecido", relató.

La avenida tiene decenas de comercios y muchos vendedores ambulantes. Uno de ellos, que vende ollas y platos, dijo que apenas vio al delincuente haciendo los disparos atinó a esconderse atrás de un muro.

Muchos se refugiaron dentro del supermercado Ta-Ta. Martín Machado, un hombre que vende relojes, anillos y toallas justo en la puerta de este comercio, corrió hacia dentro del local apenas escuchó las detonaciones. "Cuando lo vi que estaba viniendo para acá, empecé a empujar a la gente para que entrara a Ta-Ta y no les hiciera nada", narró.

Los testigos contaron que hubo gritos y llantos. Por ejemplo, de niños que acompañaban a sus padres en Toto, una zapatería de la cuadra. Alicia, la encargada de ese negocio, bajó las rejas del local y escondió a los clientes en el depósito. Reabrió a la media hora.

Cortada: hubo un cordón policial que cortó Agraciada durante cuatro horas. Foto: Francisco Flores.
Hubo un cordón policial que cortó Agraciada durante cuatro horas. Foto: Francisco Flores.

Zapatería.

El agresor siguió hasta la zapatería Macri y cerró la puerta. Amenazó a clientes y trabajadores.

Dentro del local, cuyos vidrios lucían ayer orificios de bala, uno de los empleados salió corriendo, cayó y resultó herido. Cuando se despertó no se acordaba de nada, informó Subrayado.

Uno de los empleados de esta zapatería contó que el hombre ingresó a cara descubierta y pensó que era alguien asustado que se estaba escondiendo por los disparos.

En el transcurso de la persecución se constató que un individuo en moto y armado aguardaba a los otros. "Tras darle la voz de alto, se dio a la fuga", se indicó en el parte policial.

La hipótesis de que este episodio fue un intento de rapiña está casi descartada. Esto se debe a que a algunos testigos les dio la impresión de que alguno estaba escapando de algo. "El hombre estaba agazapado, a cara descubierta, me parece que no fueron a robar al comercio", dijo un funcionario de la zapatería Macri.

Walter, el encargado de una joyería cercana al negocio, contó a El País que un hombre llegó a entrar en su local gritando que no iba a robarlo sino que buscaba un taxi. "Estuvo tres o cuatro segundos", dijo Walter. Según pudo saber El País, poco después el hombre intentó subirse a un taxi, pero el vehículo pudo evitarlo, aceleró y se fue.

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