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Once policías a la Justicia por acribillar a un hombre

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El hombre iba en una camioneta robada y no se detuvo en un control policial. Foto: G. Pérez

Violencia cruzada

Recibió al menos 10 disparos tras atacar a dos funcionarios

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Estaba cayendo el sol y un hombre transitaba por Paso de la Arena en una camioneta robada. Cuando llegó a Camino Cibils y Mirunga se topó con un piquete policial. Intentó embestir a los uniformados y huyó, provocando así que lo persiguieran.

En pocos minutos se sumaron varios patrulleros y motos. Los policías no sabían que se trataba de un vehículo con requisitoria pero el intento de atropellarlos era razón suficiente para intentar atrapar al violento infractor.

El perseguido se metió entonces en un galpón ubicado en Martín José Artigas y Mirunga. Al llegar allí, los uniformados habrían sido autorizados por una mujer a ingresar al predio. El hombre salió enseguida con una cadena en la mano y golpeó a un funcionario que debió ser hospitalizado. Volvió a entrar al galpón y se presentó con dos machetes de 50 centímetros de hoja.

Le dieron la voz de alto varias veces y luego hicieron un disparo intimidatorio. Pero el hombre levantó un machete y lastimó a una policía. En ese preciso instante se sintieron decenas de detonaciones.

El conductor de la camioneta cayó muerto y la funcionaria policial fue herida por dos disparos de bala. El cuerpo del hombre recibió al menos 10 disparos. Dos de ellos en el mentón, otros dos en el pecho y varios en miembros superiores e inferiores, según se pudo observar a simple vista, según los informantes del caso.

La mujer policía y el efectivo herido a cadenazos fueron trasladados hacia el Centro Coordinador del Cerro en donde recibieron atención médica.

El diagnóstico médico indica que la mujer recibió "una herida de arma de fuego en miembro inferior izquierdo con entrada y salida" y otra "en glúteo derecho con entrada sin salida". Luego fue trasladada al Hospital Policial.

Personas cercanas al hombre fallecido dijeron a los policías actuantes que padecía esquizofrenia y no recibía tratamiento. En el lugar de los hechos se ubicó un número importante de vehículos desarmados y repuestos automotores en diverso estado.

De inmediato, se presentó en el lugar el jefe de Policía de Montevideo, Ricardo Pérez, junto al comando y los principales jerarcas de la Zona IV.

Tras el incidente, el fiscal Rodrigo Morosoli se presentó en el lugar y resolvió las primeras pericias y medidas al respecto, entre ellas la incomunicación de todos los participantes en el operativo y la incautación de sus armas de reglamento. También resolvió que se hiciera prueba de parafina a todos los involucrados. De esa forma, se podrá establecer con precisión quién disparó.

Posteriormente, el caso fue asumido por la fiscal Stella Llorente, quien tomó declaración a todos los involucrados durante la jornada de ayer.

"Se va a analizar y a determinar cuáles de las armas tienen indicios de disparos y cuáles efectuaron los disparos en definitiva", explicó la fiscal en rueda de prensa.

Llorente también tomó declaración a la hija del fallecido, que estaba presente en el lugar cuando ocurrió el hecho. La Fiscalía tiene además en su poder las grabaciones de las cámaras que llevan los policías en sus uniformes. Hoy, a la hora 17:00, vence el plazo legal de detención. Antes de ese tiempo deberá decidirse si se formaliza a los policías o bien se decide dejarlos en libertad.

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