Publicidad

Ministerio del Interior asegura que el clan “Los Chingas” está en prisión

Compartir esta noticia
Los operativos que realiza la Policía se hacen con apoyo de varias reparticiones, en particular de la Guardia Republicana. Foto: Fernando Ponzetto

BANDA CRIMINAL

Tras imputar a la líder, Mónica Sosa, cayó su hijo, que estaba preso en Inisa.

Cuando nadie se lo esperaba, Mónica Sosa volvió a la cárcel el jueves pasado. Junto a ella, imputaron a su consuegro y uno de sus hijos, un menor de 16 años. Era la líder de la banda “Los Chingas” del barrio Casavalle, estuvo detrás de más de 100 usurpaciones de apartamentos.

Ella daba la orden y sus “perros” (subordinados, empleados) sacaban familias enteras de sus casas a punta de pistola. Esta vez cayó por el delito de violencia privada.

En las fiscalías de Homicidios y Estupefacientes creen que es la mujer quien está detrás de la muerte de un hombre que fue asesinado en Trápani y Teniente Galeano. Tenía 33 años y hace un mes había salido de la cárcel.

Era su primo. La víctima había resuelto cambiar de vida y conseguirse un trabajo para formar una familia. En el momento del ataque estaba junto a su hermano, de 27 años, quien recibió algunos disparos, resultando herido.

Durante el mes de diciembre del año 2017 la mujer fue imputada por varios delitos de extorsión y pasó unas semanas en la cárcel. En aquel momento sorprendió el lujo con el que vivía en medio de la pobreza circundante del barrio.

A mediados de agosto del año 2018 volvió a la cárcel por varios delitos de usurpación. En enero pasado fue liberada y volvió a las andanzas. Cuando la fueron a buscar ahora ya había recuperado el confort de otros tiempos. Todo sin tener trabajo.

Fuentes del Ministerio del Interior explicaron que la investigación es una sola pero tiene dos fiscalías especializadas y se unió a partir del 29 de abril pasado por el homicidio del primo de Sosa.

Los Chingas volvieron a instalarse en Casavalle. Foto: Fernando Ponzetto
Foto: Fernando Ponzetto

Durante ese ataque fue herido el hermano de la víctima. Recibió 10 tiros en la espalda, la cara y el pecho pero sobrevivió.

Lo que une los casos es el motivo del homicidio, el cual está relacionado al narcotráfico y al interés de rearmar la estructura diezmada de “Los Chingas”.

Ahora, el hijo de Sosa, un menor de 16 años de edad, fue formalizado por receptación luego de entregar un arma y municiones en el marco de la investigación que se lleva adelante por las dos causas de narcotráfico y homicidio.

Se trata de E.A.A.S. quien fue formalizado por la Fiscalía de Adolescentes de primer turno, a cargo de la fiscal Nancy Hagopian. El adolescente, que había salido de estar privado de libertad hace cinco días por un delito de extorsión, tenía en su poder una pistola marca Steyr, calibre 7,63 milímetros Mannlicher, dos cartuchos del mismo calibre con proyectil ojival de plomo encamisado y dos cartuchos calibre .32 Largo.

El mismo jueves que Mónica Sosa fue formalizada, su consuegro marchó a prisión por el homicidio de su primo. El hombre tenía un antecedente por rapiña. En el marco de la acusación, la fiscal Mónica Ferrero reveló que la Policía tenía intervenidos los teléfonos de Sosa desde el pasado mes de marzo.

Un día después del homicidio de su primo, que ocurrió el pasado 29 de abril, el hijo de la mujer llamó a su madre desde el Instituto de Inclusión Adolescente (Inisa) donde estuvo recluido hasta el pasado martes.

Según la fiscal, el menor le dijo a su madre que: “ya está, se tirotearon, ya está, lo mataron. Le encajaron, ta bueno, ahora yo no me meto más. Ahora que hagan, que hagan su vida, porque me voy a abrir, pedile mi pistola, sacásela y guardala en otro lado, pedile mi pistola, sacásela y guardala en otro lado”. Por ese motivo fue formalizado por receptación.

El clan

“Los Chingas” están integrados por tres generaciones: el abuelo que fue asesinado por uno de sus nietos, según ha establecido la Polícía.

El joven criminal no estaba de acuerdo con el perfil bajo que le recomendaba su abuelo, Waldemar Ross, un experimentado delincuente.

La frase del matador quedó grabada a fuego en la banda: “si somos, que se note”.

Tras la discusión, le dio seis disparos delante de su abuela y varias tías. La Justicia lo declaró inimputable. Estuvo cuatro meses en el hospital psiquiátrico Vilardebó y volvió a las calles. Una semana después fue remitido a la cárcel por dar muerte a un excompañero del Comcar.

La abuela, que aún vive, tuvo diez hijos, de los cuales dos ya fallecieron. Estos, a su vez, criaron a otra decena de jóvenes, adolescentes y niños.

La banda está integrada por unas 20 personas, la mayoría de ellas en prisión. El esposo de Mónica Sosa cumple prisión hace dos años y tiene 10 antecedentes penales. El hijo mayor de ella, está en prisión acusado de homicidio y tiene dos procesamientos previos por tráfico de armas y estupefacientes.

Leal: “Terminar esto depende de ellos”
Gustavo Leal, sociologo uruguayo asesor del Ministerio del Interior. Foto: Marcelo Bonjour

El sociólogo Gustavo Leal, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, hace casi dos años que viene trabajando en el barrio Casavalle. Tras la confirmación de que “Los Chingas” se ocupaban de usurpar viviendas a punta de pistola, se dedicó a coordinar acciones con la Intendencia de Montevideo, el Mides, UTE, OSE y otros organismos del Estado para llevar “normalidad” al barrio.

Leal estima que con los últimos procedimientos todo el clan está en prisión.

Consultado por El País sobre cuándo se terminará el accionar de esta banda, el jerarca dijo que “depende de ellos”. “La sociedad y el estado no se pueden sentir culpables si esto no sucede”, afirmó. “También se puede preguntar de quién es la culpa. ¿Para qué se hace todo este esfuerzo si después vuelven? ¿Quién es el responsable? ¿Falló todo lo que se hizo o es que esa gente no asume las responsabilidades? Yo creo lo segundo”, señaló Leal.

El final de todo esto “depende de la actitud de ellos y de la fortaleza de la presencia del Estado. Hay que estar muy atento y tener un nivel de persecución criminal. En este caso (el de Mónica Sosa) hubo una actitud del Estado y de la sociedad, los vecinos estuvieron muy atentos, de no dejar pasar una. Eso colabora a que todo esto tenga un parate”, señaló Leal.

En la audiencia del jueves Sosa lo acusó de “difamar” su nombre luego que la fiscal informara que había testigos que no habían declarado por miedo. “No sé por qué me agarró tanta bronca”, dijo la mujer. Tras la audiencia, Leal respondió que Sosa es “una mentirosa sistemática” que busca convertirse en víctima.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad