TACUAREMBÓ

El dueño del comercio constató que el dinero era apócrifo y realizó la denuncia policial correspondiente.

Dos falsificadores de moneda, un hombre y una mujer, marcharon a la cárcel tras ser detectados con billetes de mil pesos. Habían logrado introducir en el mercado burdas fotocopias de billetes, según informó el Ministerio del Interior.

Todo comenzó cuando un hombre concurrió a un almacén de Tacuarembó pagando sus compras con billetes de mil pesos uruguayos. Posteriormente, el dueño del comercio constató que el dinero era apócrifo, por lo que en la mañana del pasado lunes 10 de junio realizó la denuncia policial correspondiente.

La Policía local comenzó una investigación en la que logró establecer la ubicación de uno de los presuntamente implicados. Un equipo policial se presentó en el lugar pero no se encontró na-da sospechoso tras realizar una breve inspección.

Mientras tanto, otros investigadores ingresaban a la casa de otro hombre. En ese caso se ubicó dentro de un armario un billete de 1.000 pesos apócrifo.

Continuando con las actuaciones se llegó a un comercio que realiza fotocopias, donde efectuaron copias a color de billetes de 100, 200 y 1.000 pesos por parte de los investigados. Además, se confirmó que también habrían hecho ese tipo de copias en otro comercio de la zona.

La investigación policial permitió confirmar que los estafadores habían realizado varias compras utilizando dinero apócrifo.

Tras ser detenidos, fueron trasladados a la Fiscalía de Tacuarembó y desde allí puestos a disposición de la Justicia. En esa instancia se resolvió la formalización de A.M.D.L.R. y J.A.F.R. por un delito de falsificación y circulación de moneda falsa y títulos de créditos. Se resolvió una medida cautelar de prisión preventiva hasta el día 30 de setiembre.

Mientras tanto, en Lavalleja una mujer de 22 años fue condenada por una serie de estafas. Puso un celular a la venta en las redes sociales. Una mujer de otro departamento se lo compró, giró el dinero y la imputada nunca cumplió con el envío de la mercadería. Durante la investigación se probó que la mujer engañó a otras personas. Fue condenada a la pena de seis meses de libertad vigilada.