VIOLENCIA IMPARABLE

Los delincuentes los queman para borrar toda evidencia.

Al final de la calle Japón en el barrio 18 de Mayo de La Piedras (Canelones) se puede ver por lo menos 20 autómoviles quemados en menos de una cuadra. Se trata de modelos nuevos que fueron colocados en ese lugar por delincuentes que, tras robarlos, se deshicieron de ellos prendiéndolos fuego.

De esa manera, los ladrones borran sus huellas y toda evidencia para dificultar su localización a la Policía.

La zona parece propicia para la maniobra, hay escasa iluminación y pocos habitantes.

Es una práctica extendida que con el correr de los años ha ido cambiando. Hasta no hace mucho tiempo los delincuentes incendiaban los vehículos en horas de la noche, ahora cada vez lo hacen más temprano, según dijeron vecinos del lugar.

"Había mucho más, se llevaron un montón. Cada vez es más seguido, y no solo en este camino. No solo escuchamos la explosión, sino también vemos la luz, la fogonera que hace cuando queman que es impresionante", dijo a Telenoche 4 uno de los habitantes de ese barrio.

El comisario Hugo Saracho, vocero de la Jefatura de Canelones, destacó que "lo más probable es que sean vehículos hurtados" y que el trámite policial en estos casos consiste en "notificar a los denunciantes o propietarios sobre el hallazgo y, según corresponda, intervienen las aseguradoras".

Saracho indicó a El País que "los propietarios de los autos no están obligados a retirarlos pero, por lo general, se ocupan las empresas aseguradoras".

Cumplidas todas las etapas, "le corresponde a la administración departamental su retiro, habitualmente se hacen las coordinaciones del caso con la Intendencia".

"Más allá de que el vehículo sea un cadáver, hay que hacer un formulario", dijo Saracho.

El oficial afirmó que dentro del departamento de Canelones hay varios lugares donde aparecen vehículos incendiados.

"Por lo general, la gente que tiene seguro no los retira", dijo.

Por su parte, el director de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones, Leonardo Herou, señaló que la comuna tiene la obligación de esperar a que se cumplan "todas las etapas policiales y judiciales" para retirarlos del espacio público.

Una vez obtenidas las autorizaciones legales, la Intendencia traslada los restos hacia sus depósitos y los convierte en chatarra que más tarde elimina, según explicó Herou.

"Retirar un vehículo de la calle, por más que se encuentre incendiado, no es fácil. No es como levantar una heladera, requiere de ciertos trámites que llevan su tiempo", afirmó.