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Atrincherado a prisión; le imputan cinco delitos

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La fiscal pidió que al hombre se le imputen varios delitos. Foto: Gerardo Pérez

Toma de rehenes en Pocitos

Se lo considera “consciente de sus actos” y será juzgado.

Gastón Machado (de 24 años), quien el jueves se atrincheró en una peluquería de Pocitos, es plenamente consciente de sus actos y puede ser juzgado. Ésa es la conclusión a la que arribó la pericia forense que ayer presentó ante la juez Diovanet Olivera, la fiscal Sandra Bolagno. "Es capaz de apreciar el carácter ilícito de sus actos", dijo.

El hombre fue formalizado ayer por cinco delitos: violencia doméstica agravado por ser mujer la víctima, lesiones personales, porte de arma con identificación limada, privación de libertad en reiteración real y atentado especialmente agravado por ser contra funcionarios policiales con un arma.

La juez Olivera explicó en la audiencia que el delito de privación de libertad es el más grave porque tiene una pena que puede llegar a los nueve años de penitenciaría.

Mientras tanto, la juez ordenó prisión preventiva hasta el 10 de abril, plazo que puede ser modificado de acuerdo con la marcha del proceso.

Relato.

Tras tomar testimonio a todas las personas que fueron retenidas por Machado, el relato de la fiscal Bolagno aporta detalles con respecto a los hechos. Destaca que Machado tenía un revólver calibre 22 con 8 cartuchos vivos, con la numeración limada, y otro revólver calibre 32 largo.

En tanto, la fiscal narró que en el momento en que se presentó el hombre había 15 personas dentro del local entre clientes, trabajadores y la dueña. Tras ingresar el hombre a la peluquería, y pedir para hablar con su ex pareja, la dueña del comercio le pidió que se retirara. En ese momento, tomó un revólver que llevaba en su morral y "gritó que tenía un diablo adentro y que los iba a matar a todos", explicó la fiscal Bolagno.

Después de cuatro horas de tensión, el hombre se entregó a la policía. Foto: Gerardo Pérez
Después de cuatro horas de tensión, el hombre se entregó a la policía. Foto: Gerardo Pérez

El imputado golpeó en reiteradas oportunidades a la chica y cuando estaba en el piso le pegó varios puntapiés.

Cuando llegó el primer patrullero ordenó cerrar las cortinas del negocio, rompió el vidrio de la entrada principal e hizo varios disparos contra los efectivos policiales.

Durante el proceso, habló por teléfono con varias personas, entre ellas algunos familiares. Por otro lado, la fiscal confirmó que el secuestrador golpeó con su arma a la dueña del local comercial.

Después grabó un video con su celular y lo envió a las redes sociales. Posteriormente, el negociador, jefe de la Republicana, lo convenció de entregarse y liberar a los rehenes luego de suscribir un acuerdo de escaso valor legal.

Defensas.

En la audiencia se hizo presente una abogada de oficio que se presentó como defensora de la víctima. Si bien no tenía la autorización firmada para ejercer la tarea, señaló que va a asumir la defensa. Fuera de sala, la abogada confirmó a El País que la chica estuvo en el juzgado pero se retiró porque se sintió mal.

El imputado, por su parte, tuvo asistencia de oficio durante la etapa de investigación. En esa instancia el hombre evitó ofrecer detalles sobre el incidente. A último momento, sobre el comienzo de la audiencia de formalización, apareció un abogado particular que se hizo cargo de su defensa. Como no había tenido acceso a la carpeta investigativa, la juez ordenó entonces un receso de 15 minutos para que pudiera leerla.

En ese lapso, el imputado habló en voz baja con sus padres que estaban en la sala. Les pidió perdón y le envió un mensaje a su ex pareja.

"Sí, quedate tranquilo", respondió su madre.

Miedo.

El abogado del imputado se limitó a cuestionar la cantidad de disparos que realizó su cliente y a solicitar que su pasaje por la cárcel sea en Punta de Rieles o Cárcel Central, debido a que la víctima tiene familiares cumpliendo condenas en diversas prisiones del país, según explicó el abogado.

"Ahora estamos tratando de que lo lleven a un lugar que no sea peligroso, nos preocupa su seguridad", dijo el padre de Machado al salir de la audiencia celebrada ayer.

Sin datos oficiales sobre supuesto secuestro

Mientras Gastón Machado se atrincheraba en la peluquería de Pocitos corrió un rumor sobre un incidente que tendría como protagonistas a un hermano del hombre y familiares de su ex pareja. Se decía que en la zona de Paso Carrasco, en donde viven ambas familias, hermanos de la víctima habían secuestrado a un hermano de Machado. Al parecer, el objetivo era hacer un intercambio de secuestrados y se manejó que se habrían intercambiado imágenes.

Todas las fuentes policiales consultadas en ese momento coincidieron en que ese dato era falso. Además, los tres oficiales de Policía que dieron una conferencia de prensa sobre el caso negaron semejante versión y agregaron que se procedió a chequear el dato al lugar pero no fue posible confirmarlo. Sin embargo, ayer un grupo de periodistas de Canal 4 consiguió una copia de la denuncia presentada por dos hermanas de Machado que decían que un hermano suyo había sido secuestrado "a punta de pistola" por familiares de la víctima.

El negociador policial (de remera celeste) lo convenció de entregarse y liberar a todos los rehenes a cambio de firmar un documento de escaso valor jurídico. Foto: Marcelo Bonjour
El negociador policial (de remera celeste) lo convenció de entregarse y liberar a todos los rehenes. Foto: Marcelo Bonjour

Además, hablaron con el supuesto secuestrado, un joven de 18 años de edad, pero este negó esa versión aunque admitió que había ido a hablar con los familiares de su ex cuñado. Ayer la fiscal Sandra Bolagno aseguró no tener referencias sobre ese episodio. "Desconozco totalmente, yo asumí el caso a media mañana de hoy (por ayer); con la investigación alcanzamos la formalización y la Fiscalía está satisfecha con eso, sin perjuicio de que luego se pueda ampliar la formalización", dijo.

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