INCAUTAN 10 KILOS

Una casa ubicada en el balneario Pinamar (Canelones) era seguida de cerca por investigadores de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Droga (Dgrtid). Fue a mediados de este año que una información anónima, como muchas veces ocurre, derivó en un minucioso trabajo de inteligencia y recopilación de información.

A mediados de 2021 los investigadores policiales sabían que esa casa estaba siendo un lugar de acopio de droga, según dijeron fuentes del caso a El País. Pero esa información había que procesarla hasta dar con las pruebas necesarias. Durante varios meses los policías de la Dgrtid montaron vigilancias discretas en la zona para obtener más información sobre el lugar y la función que cumplía. Fue así que comprobaron que de allí partían “grandes cantidades de droga que luego eran usadas para abastecer a varios lugares de Ciudad de la Costa”, confió una fuente del caso.

El lugar, explicó el informante, “no era una boca” de droga, sino más bien un centro distribuidor del que partían los ladrillos para abastecer otros lugares. En trabajo en conjunto con la Fiscalía de 1° Turno de Atlántida, los investigadores continuaron con los trabajos de inteligencia. El 26 de octubre, ya con los elementos necesarios, se realizó un allanamiento en la vivienda autorizado por la Justicia. Simultáneamente se allanó una casa en construcción que era propiedad de la persona que los policías investigaban.

Personal de la Dgrtid, entonces, se trasladó al balneario. Lo hicieron con el equipo K9 de perros de la Policía. Los canes detectaron que en una de las dos viviendas había bolsas enterradas con cocaína. En total se hallaron bolsas que pesaron más de 10 kilos. También se incautaron unos $ 70.000, US$ 1.000, una camioneta y un celular. La Policía logró detener al responsable de utilizar ese lugar como acopio. Se trata de un hombre de 45 años con antecedentes por droga. Fue condenado a cuatro años y dos meses de cárcel.