INVESTIGACIÓN

La decisión se tomó en cuestión de minutos. Las imágenes que mostraban a dos reclusos peleando en un patio de la cárcel con el aparente aval de un policía, provocaron que el ministro del Interior Jorge Larrañaga se moviera rápidamente. El director de la cárcel donde ocurrió el incidente fue cesado por el secretario de Estado; luego cayó el subdirector.

La Unidad N° 26 (cárcel de Tacuarembó) fue escenario de una riña que incluyó piñas y patadas, bajo la mirada de un guardia policial que solo intervenía cuando uno de los reclusos ya estaba en el piso recibiendo golpes “desleales”. Una vez que ambos estaban de pie, todo continuaba.

El martes 6 de abril, las imágenes filmadas por personas privadas de libertad que observaban la pelea en el patio tras las rejas, generaron indignación en las jerarquías carcelarias.

Además del cese del director de la cárcel y del subdirector, las autoridades penitenciarias designaron a la directora de la cárcel de Rivera, la comisaria mayor Mónica Mello, para que llevara adelante una investigación de carácter urgente que determinara culpas sobre el episodio ocurrido en la cárcel de Tacuarembó.

Mello, quien está a cargo de la Unidad Nº 12 (Cárcel de Cerro Carancho) de Rivera, viajó hacia Tacuarembó al día siguiente de la viralización de las imágenes de la pelea para así comenzar a tomar declaración a los funcionarios del establecimiento y realizar un primer análisis que determinaría qué pasos se deberían seguir.

Fuentes carcelarias indicaron a El País que el Ministerio del Interior, luego de esta primera investigación de urgencia de Mello, decidió sumariar a tres efectivos policiales de ese centro penitenciario en esta etapa de indagatorias. Uno de los sumariados es el policía que no solo no intervino en la pelea sino que, según se puede observar en la filmación, la avaló.

De los tres policías sumariados, a dos de ellos se los separó del cargo mientras avanza la investigación de carácter interno. El efectivo restante fue sumariado pero continúa en sus funciones en el centro penitenciario.

Autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) analizarán ahora, en esta etapa de sumario, el grado de implicancia de estos policías para establecer la gravedad de sus actos y poder tomar una decisión final sobre el episodio.

En función de lo que arroje la investigación del INR, se podrían dar los siguientes escenarios: que se estableciera que no hubo responsabilidad de los efectivos, imponer una sanción si la hubo, o hasta dar de baja a los efectivos en caso de encontrar méritos para hacerlo.

Durante esta etapa de indagatoria interna se tomará declaración a los reclusos que vieron lo sucedido y a los policías involucrados que, entre otras cosas, deberán responder por qué no intervinieron en la riña y cómo se suscitó la misma.

“Las responsabilidades las tendrá que determinar un sumario”, explicó a El País Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior. “Dentro de ese trabajo se le va a consultar a la persona qué hizo y por qué”, puntualizó el jerarca, y agregó: “Nosotros queríamos ser muy profesionales, muy serios y dar entender que eso no está bien, que no es lo que queremos para al Instituto Nacional de Rehabilitación”.

En esa línea, González indicó “que se tenían que tomar medidas claras y contundentes”. “Hay que ser rápido, contundente e ir a fondo e investigar. Eso fue lo que se hizo”, expresó.