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Abogado del joven que fue bajado de un ómnibus dijo que "entró en trance psicótico"

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Joven fue obligado a bajarse de un ómnibus y luego fue atropellado por un auto. Foto: Captura de video

CASO POLÉMICO

El abogado Rafael Silva dijo que de las declaraciones surgió que un pasajero que estaba al lado del joven "tenía cara triste" y él le dijo: "¿Te puedo cantar para alegrarte el día?".

El caso del joven que fue bajado a la fuerza de un ómnibus de la empresa Cotmi sigue en fase de investigación y toma de declaraciones. La semana pasada, declaró ante el fiscal de Libertad, Hugo Pereira, el chofer y el guarda del vehículo. También lo hizo la agente de Policía que participó del hecho, pero, según supo El País, por un error no fue grabada y debió retornar este miércoles.

Un video viral en las redes mostró que el muchacho fue obligado a bajarse del ómnibus a la altura del kilómetro 58 en ruta 1 y salió corriendo hasta terminar colgado de un alambrado. Luego se supo que, dos horas después, fue atropellado por un auto, en el kilómetro 79. El joven resultó herido y actualmente está internado en el hospital de San José, esperando una operación en su pierna.

Su abogado, Rafael Silva, dijo a El País que de las declaraciones del chofer, el guarda y su cliente, surgió que un pasajero que estaba al lado del joven "tenía cara triste" y él le dijo: "¿Te puedo cantar para alegrarte el día?". Entonces le empezó a cantar "de forma extraña", a lo que la policía que estaba cerca y el guarda “le pidieron que se callara de mala manera”.

Cuando el muchacho vio el arma, se asustó y “entró en una suerte de trance psicótico”, dijo el abogado. En ese momento fue que el chofer se aproximó a él: “Prácticamente, lo agarró de la solapa, del hombro, y lo bajó”, dijo Silva. También lo bajó la agente de policía y lo insultó.

Además, el abogado indicó que bajo ese estado de "trance psicótico" fue que deambuló hasta ser embestido por un auto.

Por su parte, el guarda declaró que creyeron que podía haber riesgos si seguía allí, también porque el hombre se había tocado el cuerpo y pensaron que quizá tenía un arma.

El abogado confirmó a El País que su cliente no tiene ningún trastorno psiquiátrico o psicológico y tampoco tomaba medicamentos. Sus amigos del trabajo le dijeron que era un “muy buen tipo” y “tranquilo”.

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