A 24 horas de implementado el incremento de 1.000 policías más para la zona metropolitana, el director Nacional de la Policía dijo que la medida fue efectiva y negó que haya uniformados participando de la iniciativa contra su voluntad.

El director nacional de Policía, Mario Layera, dijo este martes que las primeras 24 horas luego que se movilizaran 1.000 policías más en áreas críticas de la zona metropolitana fue efectiva y negó que haya uniformados participando contra su voluntad al aclarar que quienes forman parte de este proyecto lo hicieron en forma voluntaria.

En conferencia de prensa, donde habló de varios temas referidos a la inseguridad y el delito en el país, Layera dijo que Montevideo no tiene guetos o semi guetos y que la Policía ingresa en todas las zonas en las que sea necesario en caso de presentarse un acto de delincuencia.

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Aclaró sin embargo que no pueden ir en contra de las leyes que limitan la privacidad de las personas aspecto que, afirmó, los delincuentes no cumplen.

Layera admitió que con las nuevas tecnologías, por ejemplo las cámaras de vigilancia, se generó un corrimiento del delito. Esto implica que los robos no se realizan en esa zona pero se generan en otras. De todas maneras informó que el corrimiento se dio en menor número y cantidad.

"Los delitos se han incrementado. Es una realidad que puede ser verificada con las estadísticas", dijo el jerarca y explicó que los delincuentes actúan en forma más violenta, hecho que se lo atribuyó a la influencia del narcotráfico.

"Que la delincuencia haya incrementado no puede ser considerado como falla", dijo Layera. "Se debe a que es un proceso que está viviendo la sociedad en donde múltiples factores, algunos internos y algunos externos participan", agregó.

Layera también habló en relación al triple crimen en el que murió un matrimonio paraguayo y una adolescente.

Luego de indicar que un uruguayo había sido detenido en Paraguay por este caso, informó que un delincuente tiene la posibilidad de cruzar la frontera sin ser capturado, ya que no hay un control que lo pare.

MARIO LAYERA