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La Policía demora un año para importar sus balas

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La glock tiene un alto poder de impacto con las balas semiencamisadas. Foto: Archivo

Bonomi pide cambiar una ley de 1943 que traba el ingreso.

El Ministerio del Interior necesita que se modifique una ley de la Segunda Guerra Mundial que le complica la importación de balas para las nuevas pistolas Glock de los policías. La traba aduanera, porque de acuerdo con esa ley se trata de munición de guerra, hizo que durante más de un año las municiones no pudieran salir del puerto, explicó el ministro Eduardo Bonomi ante las comisiones de Presupuesto y Hacienda del Senado.

La ley 10.415, de febrero de 1943, en su artículo 12 señala que "las operaciones aduaneras de importación, exportación y tránsito que se realicen en los renglones de explosivos, armas de fuego y municiones para las mismas, deberán ser previamente autorizadas por el Ministerio de Defensa Nacional".

Bonomi y el director general de Interior, Charles Carrera, pidieron al Parlamento que la modifique por cuanto entienden que esa disposición "resulta coherente cuando el sujeto al que la norma se debe aplicar es un particular y no el propio Estado o Poder Ejecutivo, actuando a través del Ministerio del Interior, en cumplimiento de su misión", explicó Carrera.

Según la ley, es el Ejército quien controla el ingreso de armas y las municiones que las pistolas Glock necesitan. Eso "nos impide contar con ellas en forma rápida y eficaz".

"Actualmente la Policía debe enfrentarse a criminales generalmente bien pertrechados y a hechos de violencia extrema, y es imperativo disminuir el riesgo de potenciales terceras víctimas", agregó, al fundamentar por qué se utilizan las balas que se necesitan: "No debe tener rebote sino poder de parada", que "es lo que hace que un proyectil pueda incapacitar a un agresor y, al mismo tiempo, no continúe su trayectoria y alcance a algún inocente", explicó el ministro.

Contó en la comisión que hace un tiempo el ministerio decidió cambiar su armamento del revólver calibre 38 a la pistola Glock. Compró una partida de 8.000 armas, y hoy ha equipado a casi la totalidad del personal policial con el nuevo armamento.

"Cuando hace un tiempo el policía usaba el revólver calibre 38, la bala era de punta de plomo, punta blanda. La ley data del año 1943 y está referida a armas de guerra y no policiales. Mientras la Policía usaba el calibre 38 no tenía ningún tipo de problema para que ingresaran las balas de revólver", informó Bonomi, para agregar que la bala de la Glock policial "es semiencamisada, con punta de plomo y, justamente, esta bala es la que el Ejército no deja ingresar, porque teóricamente está comprendida en los controles que surgen a partir del año 1943 por ser armas de guerra que se utilizan cuando se enfrentan Estados".

Fue entonces que Bonomi sostuvo que "nosotros hicimos una importación" de balas semiencamisadas "y las tuvimos más de un año en el puerto sin poder retirarlas. No es un problema de registro, que lo sigue haciendo el Servicio de Material y Armamento del Ejército".

Según el ministro Bonomi, "no hay un control" de las municiones "al ingreso y si el Ministerio del Interior quisiera, en lugar de ingresar balas con punta blanda podría ingresar balas con punta hueca, que no corresponden".

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La glock tiene un alto poder de impacto con las balas semiencamisadas. Foto: Archivo

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