El Partido Nacional llamó a no intervenir en "el complejo escenario político que se vive hoy en la República Federativa de Brasil", por el cual la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida de sus funciones durante seis meses, dejándole los brazos libres a la Justicia para actuar en una investigación en su contra.

Para los blancos, la suspensión de Rousseff surgió "tras un formal proceso parlamentario", según un comunicado dado a conocer por el partido en el día de ayer, y que lleva las firmas de su presidente, Luis Alberto Heber; y sus secretarios, José Luis Falero y Pablo Iturralde.

En el documento los nacionalistas declaran "su apego —una vez más— a los inviolables principios de no intervención y libre autodeterminación de los pueblos".

Además, advierten sobre "el debido respeto, por lo tanto, a las normas contenidas en la Constitución de la República Federativa del Brasil, normas que han regido el procedimiento y han estado controladas por la máxima autoridad judicial de dicho país".

Por último, los nacionalistas expresaron su "preocupación porque el complejo escenario político reseñado pueda derivar en problemas económicos y sociales que a la vez, perjudiquen seriamente nuestra histórica relación bilateral, con perjuicios indirectos para nuestro país".

“PROCESO FORMAL”