Una vez más, el Plenario del Frente Amplio está bajo la lupa. El máximo órgano de la coalición de izquierda fue noticia hace poco al condicionar al gobierno del presidente Tabaré Vázquez a retirarse del acuerdo de comercio de servicios, el TISA.

Por 117 votos contra 22, el Movimiento de Participación Popular, el Partido Comunista, la lista 711 de Raúl Sendic, la Vertiente Artiguista, y las bases consideraron "inconveniente" mantenerse en la negociación.

Como "hombre de partido", Vázquez dijo que estaba de acuerdo con la decisión del Plenario y por eso la terminó acatando. "Soy frenteamplista y hay una gobierno del Frente en el ejercicio de gobierno. La ciudadanía votó su programa y es lo que hay que llevar adelante", señaló el pasado miércoles 9 en la Expo Prado 2015.

Su decisión dejó más que satisfechos a la mayoría de los sectores del Frente Amplio, pero le valió fuertes críticas de la oposición. "Queda claro que Vázquez no manda, que no ejerce la autoridad", advirtió el senador nacionalista Luis Lacalle Pou.

Lo sucedido con el TISA abrió una polémica dentro y fuera de la izquierda sobre la representación del Plenario del Frente Amplio. Este organismo está compuesto por 85 representantes de los grupos políticos integrantes del Frente Amplio, además de 41 delegados de las coordinadoras de los comités de base y de 41 representantes de las departamentales del interior. A su vez, los comités de base del exterior tienen otros tres miembros.

Las competencias del Plenario son amplias. Van desde ejercer la dirección política permanente, proponer al Congreso el programa y planes de gobierno, fijar los objetivos y trazar la estrategia del Frente Amplio, supervisar la Mesa Política y "decidir en todo asunto que le elevare" esta última. El TISA fue uno, pero antes se expidió a favor de una ley anulatoria de la Caducidad, de la ley del aborto y de la legalización de la marihuana, entre muchos otros.

Los delegados del Plenario del Frente Amplio fueron electos en las últimas elecciones internas de la coalición en el año 2012, cuando la senadora Mónica Xavier se convirtió en la presidenta de esa fuerza política. En esas elecciones —abiertas con adhesión simultánea— votaron 170.770 frenteamplistas, unos 50.000 menos respecto a los comicios internos desarrollados en 2006.

Los 85 delegados de sectores se distribuyeron según la cantidad de votos de sus respectivas listas. Así, el MPP quedó con 16 integrantes, al igual que el Partido Socialista; Asamblea Uruguay con 12 y la alianza entre el Nuevo Espacio y Alianza Progresista con 8. El Partido Comunista también tiene 8.

Por su parte, los representantes de base fueron electos por plancha. Siendo los delegados los más votados de cada zona. En el Plenario, las bases casi siempre responden al Partido Comunista o al MPP.

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El primero en disparar contra el Plenario luego que rechazara el TISA, fue el asesor político del Frente Líber Seregni, Esteban Valenti, al retwittear el siguiente mensaje: "Hay que declarar esencial la representatividad del Plenario del Frente Amplio". El ministro Danilo Astori ha intentando una y otra vez reformar la estructura, pero sin apoyos.

El diputado José Carlos Mahía (Asamblea Uruguay) dijo a El País que "a futuro" el Frente deberá discutir cómo están conformadas las estructuras internas. "Son representativas del Frente de hoy, pero se tiene que ver sobre todo el tema de las proporcionalidades de las bases y sectores", opinó.

Por su parte, el diputado Alejandro Sánchez (MPP) dijo que la estructura actual es democrática. "El Plenario que hoy tenemos surgió del voto de los frenteamplistas y por eso no comparto las visiones que piensan que todas las herramientas donde la gente participa son malas. No comparto la idea de que existe una clase política que está llamada a decidir y el resto no", aseguró. Además criticó las opiniones "de compañeros que nunca se presentaron a elección, nadie los votó para nada y son autoproclamados dirigentes del Frente".

Tras el TISA, astoristas ponen en duda su representatividad