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¿Y el pienso?

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Estacionar en algunas zonas de Montevideo se ha vuelto un dolor de cabeza. La bonanza económica de casi una década aumentó exponencialmente el parque automotor. A la vez, el incremento del salario real disparó la venta de motos.

El deficiente sistema de transporte colectivo de la capital, que obliga a esperar a veces veinte minutos un ómnibus que puede tardar hasta una hora en llevarle a uno al trabajo o de regreso a casa, hizo el resto.

En el Centro y la Ciudad Vieja estacionar es una proeza. Los parkings privados lucen colapsados. Hay que buscar lugar en la calle, en los sitios de estacionamiento tarifado, que son cada vez menos. ¿Por qué? Porque cada vez hay más lugares reservados para dependencias públicas, en los que no se puede estacionar precisamente en los horarios donde la gente necesita estacionar. Así que hay que dar a veces varias vueltas, y gastar combustible que no es barato- para con algo de suerte encontrar un sitio. Los que trabajan en la zona y no pueden costear ocho o diez horas de estacionamiento o parking, buscan refugio en la Rambla Sur o en la Portuaria, donde no suele entrar ya ni un alfiler.

En zonas como Pocitos y Punta Carretas las cosas no son más sencillas. Hay muchos más autos de los que entran en las cocheras de los apartamentos. Y sin embargo, se sigue permitiendo construir edificios donde, por lo general, apenas si se puede asegurar una cochera para cada copropietario. ¿Pero cuántos autos hay por hogar en esa zona? ¿Dos? ¿Dos y medio? ¿Y dónde se estacionan por la noche? Bueno, donde se puede, para alegría del guinche que pasa y multa, y de la Intendencia, que recauda y sigue. Y de los amigos de lo ajeno que hacen su agosto los doce meses del año.

Para mejor, la IMM pinta de rojo algunos cordones sin motivo aparente. El que estaciona, se arriesga a la multa. O al guinche.

¿Alguien está pensando en soluciones de fondo? ¿Hay alguien pensando el estacionamiento en las zonas más congestionadas no ya para enfrentar la caótica situación del presente, sino para generar cambios culturales que permitan pensar en un futuro diferente?

¿Se ha analizado seriamente la posibilidad de tener sistemas de transporte rápidos y eficientes, que alienten a los montevideanos a dejar su auto o su moto en la casa para ir al trabajo y regresar a casa?

¿Se ha descartado la posibilidad de disponer de algunas líneas de subterráneo? ¿Se ha analizado la posibilidad de generar algún transporte rápido, que aproveche el amplio cantero central de Avenida Italia, para unir con un monorriel a zonas como Buceo, Malvín, Punta Gorda, Carrasco y Zonamérica con Tres Cruces? ¿Hay estudios? ¿Se ha convocado a los que saben en el mundo para que nos indiquen de qué forma se puede alentar el uso del transporte público en una ciudad que ciertamente es muy chica, y en la que no deberíamos pasar más de una hora viajando?

¿Se han descartado estas opciones u otras? ¿Por qué? ¿Porque no son rentables o viables, o porque a Cutcsa, que parece tener la vaca cada día más atada, no le gusta que se le cambien las reglas?

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LA COLUMNA DE PEPE PREGUNTÓN

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