Las organizaciones sociales que se oponen al aborto nucleadas en Provida reclamaron al gobierno la instrumentación de medidas de asistencia y cobertura para las embarazadas que quieren seguir adelante con su gestación, en tanto volvieron a declararse en pie de lucha contra la ley de Salud Sexual y Reproductiva sancionada en 2012 por la que se legalizó la interrupción del embarazo en algunas circunstancias.
Ayer, con una concentración en la plaza 1º de Mayo, frente al Palacio Legislativo, las organizaciones recordaron los primeros tres años de la sanción de la ley de aborto. Luego, hubo un acto en el Palacio Legislativo donde hicieron uso de la palabra representantes de los partidos Nacional y Colorado.
En el encuentro, el diputado colorado por Canelones, Luis Pintado, miembro de la Iglesia Evangélica, consideró que se trata de un tema "sensible" y que "se le quiso cambiar el nombre al aborto, poniéndole interrupción voluntaria del embarazo. "Pero es un aborto, es el asesinato de una vida", enfatizó el legislador.
"Debemos luchar con convicción" añadió, porque "nadie puede negarle la vida a nadie".
Según detalló Pintado, desde que se aprobó la mencionada ley, "unos 20.000 bebes ya no están con nosotros". Reclamó al gobierno "que proteja la vida y a la madre con un plan social".
Luego, el nacionalista Carlos Iafigliola, católico practicante, dijo que cuando se votó la ley "se deshonró la vida, se deshonró al Parlamento y se deshonraron los valores de la patria".
"Tres años más tarde solo hay puertas abiertas al aborto, a la desesperanza y a la muerte", aseguró. "Estamos de pie y más fuertes que nunca para seguir defendiendo la vida".
Iafigliola sostuvo que "hay que apoyar a las organizaciones sociales que defienden a las madres a quienes el Estado no les da apoyo". Las mayores críticas fueron dirigidas a la falta de dispositivos destinados a ayudar a las madres que pretenden continuar sus embarazos.
Acto en el Legislativo a tres años de la sanción de la ley