Cargaron combustible en La Tablada y dejaron una carta de protesta que molestó a la empresa pública.

Petrobras y Axion (la ex Esso) retiraron ayer bajo protesta combustible de la planta de Ancap en La Tablada luego de que esta redujera sus márgenes de ganancia y en los próximos días publicarán un remitido haciendo saber de su disconformidad, según supo El País. Ayer entregaron una primera carta de protesta en la que manifestaban que retirarían los productos para no perjudicar a la población. Esta protesta molestó a las autoridades de Ancap y la entrega de combustible llegó a estar en duda.

El enfrentamiento entre los estacioneros y los distribuidores, por un lado, y Ancap por el otro, lejos de perder intensidad continúa en todos sus términos. Ancap pretende bajar 38% los ingresos de las estaciones que venden más de 150.000 litros mensuales (unas 190) lo que provocó la furia de los propietarios de bocas de venta. Las 60 estaciones que venden menos de 30.000 litros mensuales incrementarían sus ingresos 5% y el resto no sufrirían cambios. Ancap ya le bajó 10% el margen a los distribuidores. Petrobras ha planteado al gobierno brasileño que haga gestiones. Alejandro Bulgheroni, el empresario argentino que controla Axion, también ha hecho saber de su preocupación.

La Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay, además, va a recurrir todas las multas que Ancap imponga a las bocas de venta que no vendieron combustible los días 21 y 22 de noviembre, dijo a El País el presidente de la gremial Daniel Añón. Primero lo hará ante Ancap y si esto no diese resultado recurrirá ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, pidiendo la suspensión de las sanciones, señaló Añón. Según el empresario, prácticamente todas las estaciones que no vendieron combustible en esos días recibieron comunicaciones de Ancap para que tomaran vista de los expedientes que se les iniciaron. En Uruguay hay 477 estaciones de servicio y la gremial calcula que tuvo un acatamiento de alrededor del 85% a la medida de protesta. Añón aseguró que Ancap amenaza con multas de hasta $800.000 y ninguna es inferior a $100.000.

El presidente de la gremial de los estacioneros dijo que no se puede argumentar que hay un diálogo abierto con Ancap, como sostuvieron esta semana la presidenta de la empresa, Marta Jara y la ministra de Industria, Carolina Cosse, en la Comisión de Industria del Senado. El día 1 de diciembre los estacioneros se reunieron con el gerente general de Ancap, Ignacio Horvath, que les pidió ideas para diseñar un nuevo sistema y la gremial decidió encargar un estudio a una consultora pero el trabajo demandará más de un mes y Ancap pretende aplicar las quitas a partir del próximo 1 de enero. Si se aplicara el sistema, tal como fue diseñado por Ancap, la mitad de las estaciones de servicio se verían perjudicadas y habría empleos que correrían riesgo, señala Añón. También podría quedar en duda la apertura de las estaciones durante la noche. "No es una amenaza, es la realidad", aseguró Añón. La mitad de los costos de las empresas son la mano de obras y las leyes sociales, aseguró. En las estaciones de servicio trabajan 8.342 personas, de las cuales unas 4.500 son "pisteros". El 62% de las estaciones son micro o pequeñas empresas.

La gremial analizará en asamblea los pasos a dar pero Añón reconoció que dadas las fuertes multas que pretende aplicar Ancap no es fácil adoptar medidas como las de los días 21 y 22. La gremial se opone además a que los sellos puedan incrementar las estaciones que administran directamente (hoy esa cantidad no puede pasar de 4) porque teme que se pudiese configurar una situación de competencia desleal.

La presidenta de Ancap, Marta Jara, dijo esta semana ante la comisión de Industria del Senado que "no somos soberbios ni sordos" y que se abrirá una etapa de transición para escribir "la letra chica" de los contratos pese a lo cual la empresa aplicó el cambio en las reglas de juego a los distribuidores ayer y pretende hacer algo similar con los estacioneros a partir del 1 de enero

La necesidad que tiene Ancap de mejorar sus finanzas explica lo que está ocurriendo. En realidad, el costo de distribución explica una parte menor del precio del combustible. De hecho, las modificaciones previstas no incidirán en el precio para los consumidores. El gobierno se planteó abatir los costos de distribución en US$36 millones anuales.

La oposición señala que Ancap debería primero mejorar "puertas adentro", y abatir, por ejemplo las pérdidas de la división de cemento antes que intentar modificar el sistema de distribución. La oposición también advierte que algunas estaciones podrían adoptar la modalidad de "autoservicio", lo que eliminaría empleos. El gobierno dice que en Uruguay las bonificaciones son casi el doble que en Argentina y un 40% más que en Brasil. El costo de la mano de obra, dice el gobierno, es el 30% de esa bonificación.

SITUACIÓN TENSA