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"Perseguir sustancias y no a personas"

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Samper: la oposición abandonó la violencia y evita criticar a Maduro. Foto: A. Colmegna
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El ex presidente de Colombia, Ernesto Samper, secretario general de la Unasur, está en Montevideo para una serie de reuniones en las que se intentará buscar caminos de salida a la crisis venezolana y diseñar una propuesta regional para las drogas que apunte a combatir a los carteles en vez de a encarcelar consumidores.

Para Samper, el camino uruguayo de legalizar la comercialización de la marihuana merece apoyo porque no pone en riesgo las instituciones.

—El año pasado la Unasur medió en Venezuela, tras los disturbios allí pero no hubo ni castigo a los responsables de la represión, ni ha sido liberado el dirigente Leopoldo López que está preso sin juicio.....

—La semana pasada por invitación del presidente Nicolás Maduro estuve en Caracas en una reunión muy abierta, muy franca, se habló de la, según el gobierno de Venezuela, muy creciente y negativa injerencia del gobierno de Estados Unidos, y de las posibilidades de avanzar en una apertura, mucho más ahora que están de por medio temas sociales como la situación económica creada, entre otros factores, por la caída en el precio del petróleo. En Montevideo se van a reunir la comisión de los tres cancilleres de Brasil, de Colombia, de Ecuador, para escuchar las opiniones de la canciller de Venezuela (Delcy Rodríguez) y con posterioridad a la reunión los cancilleres tomarán decisiones concretas.

—Pero, ¿cómo ve la actuación del gobierno de Venezuela?

—Unasur no actúa como un Estado, nosotros somos una unión de estados. Los Estados son los que expresan sus opiniones respecto a los países. Mi papel no es entrar a calificar situaciones de política interna sino encontrar los escenarios para que esas situaciones sean examinadas.

—¿Lo ve más abierto a Maduro a tratar con la oposición?

—De hecho estuvimos reunidos dos o tres horas examinando la situación y de allí salió la posibilidad de que se hiciera este encuentro. La presencia de los tres cancilleres en Venezuela hace unos meses sirvió para que la oposición abandonara la violencia y la lucha "a las malas" como forma de reivindicar sus aspiraciones. Hoy la mayor parte de ellos está en un plano de actividad democrática.

—¿Y el gobierno de Maduro está dejando de actuar "a las malas"?

—Está ejerciendo su papel y lo que él piensa es que su papel es mantener la normalidad democrática apelando a los instrumentos que le presentan la ley y la constitución

—¿No hubo excesos en la represión del gobierno?

—No puedo hacer valoraciones internas. Entienda que no puedo intervenir en la política interna de los estados. Mi papel es buscar escenarios para que estos temas se resuelvan, se discutan.

—¿Venezuela no alberga en su territorio más campamentos de las FARC? (grupo guerrillero colombiano).

—Por favor...... Ese discurso era válido hace tres años cuando estábamos en un enfrentamiento producido de alguna manera por las diferencias entre el gobierno de Colombia y el de Venezuela. Pero desde hace dos años con la muy activa intervención entre otros del presidente Maduro, está teniendo lugar en La Habana una negociación entre las FARC y el gobierno de Colombia que va bien.

—Precisamente; ¿está cerca de un desenlace ese proceso?

—Estamos al final del túnel. Hubo una agenda de cinco puntos que han sido resueltos satisfactoriamente. Pero llegamos al momento de la verdad, que es el momento del cese al fuego.

—¿Las FARC quieren realmente terminar la guerra?

—Llevan dos años sentados en una mesa de negociaciones. Se han dado golpes contundentes contra ellas y ahí están sentadas. Hubo dos acuerdos que hicieron distinto este proceso de los anteriores. El primero es que nadie se levanta de la mesa y el segundo es que nada está acordado hasta que todo está acordado. Yo soy razonablemente optimista, creo que antes de que termine el año vamos a tener un acuerdo de paz. La paz agregaría dos puntos al Producto Interno Bruto.

— ¿Cómo debería ser la política regional hacia las drogas?

—Hoy se reúne el Consejo Sudamericano de Drogas que yo voy a presidir. Se va a considerar una propuesta que vamos a llevar para tener una propuesta unificada. Es claro que no hay ninguna región como Sudamérica que tenga autoridad moral para pedir un cambio en las políticas en materia de lucha contra la droga por los altos costos que hemos pagado en materia institucional, ambiental, económica. No podemos saltar del fundamentalismo prohibicionista al fundamentalismo legalizador. La idea es que podamos comenzar a descriminalizar ciertas conductas, sin quitarles el carácter socialmente reprochable. Busquemos otro tipo de salidas de carácter preventivo. Por ejemplo, en lugar de seguir fumigando los cultivos de los pequeños campesinos; ¿porqué no les damos un programa de sustitución social de esos cultivos? Por ejemplo, en lugar de meter a los consumidores a la cárcel; ¿porqué no establecemos unas diferencias entre los consumidores sociales, los recreativos, los medicinales? ¿Por qué no trasladamos la acción a la lucha contra el crimen organizado y los grandes carteles? Hoy somos duros con los débiles y débiles con los duros. No sigamos persiguiendo personas ni actividades, persigamos sustancias en función de su peligrosidad. Personas de las condiciones morales y políticas del presidente (José) Mujica demostraron, con lo que se está avanzando en Uruguay, que son posibles alternativas que no comprometen las instituciones.

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Samper: la oposición abandonó la violencia y evita criticar a Maduro. Foto: A. Colmegna

Ernesto SamperJUAN PABLO CORREA

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