Un tercio de los ingresos de las intendencias son por las transferencias que realiza el gobierno nacional. Sin esa ayuda, la pérdida de las comunas se sitúa en US$ 350 millones en lugar de los US$ 100 que da el balance de 2013.

A veinte días de que asuman los nuevos intendentes, un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) al que accedió El País, revela que la situación deficitaria de las comunas podría ser mucho peor sin la ayuda de Rentas Generales. Los ingresos de los gobiernos departamentales superaron los US$ 1.700 millones (3,1% del PBI) en 2013, mientras que los egresos alcanzaron US$ 1.800 millones (3,3% del PBI). Pero el gobierno central destinó a las comunas US$ 250 millones.

En concreto, las transferencias aumentaron 20 puntos porcentuales en las últimas dos décadas. Y si se tiene en cuenta solo el interior del país, pasó de un 16% en 1990 a 40% en 2013. Es que allí las transferencias crecieron desde 2005 a un 6,8% anual, mientras que la recaudación propia de las intendencias subió 3,3% por año.

Treinta y Tres es el caso más significativo. Allí las transferencias superan el 60% de los ingresos de la comuna. En otros departamentos, como Artigas, Cerro Largo, Durazno, Lavalleja y Río Negro, las transferencias son la principal fuente de ingresos de las intendencias. Y en Florida, Paysandú, Rivera, Salto, Soriano y Tacuarembó están equiparadas con la recaudación propia. Canelones, por ser un centro muy poblado, al igual que Maldonado y Rocha como polos turísticos, tienen una importante recaudación propia por el cobro de contribución urbana. En Colonia, Flores y San José, la cobranza por patente de rodados es "inusualmente alta", representando en estos tres departamentos un 30% de los ingresos totales.

Si se analiza por tipo de trasferencia, los impuestos nacionales con destino departamental fueron los que más aumentaron. En 1990 significaban el 29% de los ingresos por transferencias; y en la última década pasaron a ser cerca del 90%. La cifra es más del 30% del total de ingresos departamentales.

Lo curioso del informe de Cepal, cuyos autores son Álvaro Lalanne y Martín Brun, va más allá del aporte del gobierno central. En la últimas dos décadas, la contribución urbana y las multas subieron más que la tasa de crecimiento de la recaudación total de las intendencias. La contribución urbana lleva una suba de 7,5% anual en el período 2005-2013; y las multas, 4,1%. Pero la recaudación propia su ubica en 3,3%.

Maldonado es, por lejos, el que más concentra sus ingresos en la contribución urbana. En 2013, un 44% de lo recaudado por la Intendencia corresponde a este tributo. Incluso supera a Montevideo, "donde dicho guarismo alcanza el 25%". La comuna fernandina recaudó $ 1.000 millones por contribución urbana. Es casi la mitad del total de ingresos por este concepto en todo el interior, el doble de lo percibido en Canelones y más de la mitad de lo que se recauda en Montevideo.

En Canelones, otro de los departamentos urbanizados, lo percibido por contribución es casi la quinta parte de lo que se recauda en todo el interior. Eso sí, en esta comuna lo más asombroso es la suba de multas y recargos desde 2010. En 2013 superaron los $ 150 millones, lo que implica un aumento de 200% respecto a los valores más elevados de la década anterior.

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"Desde 2005 varios departamentos, como Artigas, Cerro Largo, Paysandú, Río Negro, Salto, Soriano y Treinta y Tres, experimentaron una fuerte suba en términos reales de las remuneraciones, superior al 40%", dice el informe de Cepal. El pago de salarios ha sido, y es, el principal egreso de las intendencias. La excepción son Colonia y Rivera, donde los "gastos" (bienes de consumo y servicios no personales) superan a las remuneraciones.

Flores es el departamento con menor población, menores ingresos y menor valor agregado local. De ahí que sus habitantes sean quienes más "pagan" al gobierno departamental. Por año, un lugareño abona $ 13.000, casi el triple que alguien de Montevideo.

Subibaja por departamento

En Salto, el presupuesto de la comuna fue uno de los temas de campaña. Y se dice que allí estuvo la razón de la ajustada victoria del Frente Amplio. No es para menos. En este departamento los resultados fiscales han sido mayoritariamente deficitarios en las últimas dos décadas, pero por poco. Sin embargo, desde 2011 presentó déficits muy elevados, siendo en 2012 y 2013 más de cuatro veces superior al observado anteriormente.

Antes de conocerse los resultados de las Elecciones Departamentales, Eber Da Rosa ya estaba festejando en Tacuarembó. Es que el electo intendente por el Partido Nacional (lema que acumuló el 54% de los votos y lleva seis décadas de gobierno) llegaba con amplia ventaja. La explicación puede ser múltiple, pero hay un dato irrefutable: el departamento lleva tres años con un superávit que supera los $ 50 millones. Incluso en 2012 las ganancias rondaron los $ 80 millones.

Yamandú Orsi, del Frente Amplio, es otro de los que celebró de antemano. Con casi 100 mil votos, este canario de 47 años le dio la tercera victoria consecutiva en ese departamento a la coalición de izquierda. Y al ganar dijo que "está superada la herencia maldita" del Partido Colorado. ¿Por qué? En 2013 la comuna tuvo un superávit de más de $ 150 millones, cuando en 2002 las pérdidas fueron de $ 650 millones.

En el interior, Paysandú es el departamento que lleva más años en situación deficitaria. Desde 2005 que el balance de la comuna es negativo. Si bien las cifras no son grandes en comparación a su vecino Salto, sí muestran una reiteración de números en rojo. De ahí que las elecciones del 10 de mayo estuvieran peleadas y recién en la madrugada del lunes se supiera el resultado que aseguró la victoria de Guillermo Caraballo del Frente Amplio.

En 17 departamentos el pago de salarios es el principal gasto COMUNALTOMER URWICZ