El carnaval uruguayo tuvo, a lo largo de su historia, cruces de altísimo voltaje. Cuentan que una noche del año 1982, en pleno auge del duelo parodístico entre Los Gaby’s y Los Klaper’s, los componentes de ambos conjuntos se trenzaron en una pelea que duró varios minutos.

No hubo consecuencias graves, más allá de algún ojo negro o algún raspón. Cualquiera de los dos conjuntos, siguió trabajando normalmente en los escenarios que, en esa época eran muchos más que ahora.

Como todo cambia, 33 años después, el cruce es menos violento y a través de las redes sociales, pero puede llegar a tener muchas más repercusiones en el trabajo de alguno de estos conjuntos que las que tuvo en el 82. La postura de Pinocho es clara: él no va a ir a un tablado donde comparta cartel con Aristóphanes. Evidentemente, las consecuencias las paga el conjunto más chico, ya que los empresarios de carnaval quieren que su escenario esté lleno y para eso Zíngaros tiene más cartel que Aristóphanes.

Y evidentemente, este conjunto, si bien es nuevo en las huestes carnavaleras, conoce muy bien cómo se maneja este mercado y sabe que la cantidad de tablados se va a ver mermada por este hecho. Es más, desde que se desató esta situación hace una semana, el Monumental de la Costa no volvió a citarlos para actuar. El caso es que, con este cruce hay un conjunto que está ensayando en su club más de lo que está saliendo a hacer tablados.

Sin embargo, una frase que tiró al pasar el presidente de Daecpu, Enrique Espert, hace pensar que de esta situación se puede salir sin mayores apremios para ambas partes: "Al carnaval no le sirve que haya conjuntos parados", dijo ayer Espert a El País.

Tanto Zíngaros como Aristóphanes, muestran dos espectáculos dignos de ser vistos: cada uno con su estilo, cada uno con su forma de entender el parodismo. Es hora que dejemos de lado ofensas y remordimientos y salgamos a la calle, a los tablados o al Teatro de Verano para vivir el carnaval como lo que realmente es: una fiesta popular.

EL ANÁLISIS