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La pelea va más allá de la bonificación

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Estacioneros temen competencia desleal de las distribuidoras.

El cambio en el sistema de distribución de combustibles que impulsa el gobierno tiene varios aspectos que irritan a la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu).

Uno de ellos es que permitiría a las distribuidoras explotar directamente hasta el 10% de las estaciones de su sello. Hoy esa cantidad está topeada en cuatro. Hay 250 estaciones del sello Ancap, por lo que su distribuidora Ducsa podría llegar a administrar 26. A su vez Petrobras, cuya marca tiene 90 puntos de venta, podría tener nueve y Axion, sello presente en 130, podría administrar 13.

Petrobras hoy administra una en Punta Carretas, otra frente al hipermercado Géant, otra en la rambla Baltasar Brum y otra en Ciudad del Plata, San José. Ancap tiene una en los accesos al aeropuerto y otra en la rambla y Solano Antuña en tanto Axion no hizo uso de la opción de controlar directamente cuatro puntos de venta. El presidente de la gremial, Daniel Añón, cree que se configuraría un caso de competencia desleal porque esas estaciones tendrían menores costos y podrían vender a un precio más barato.

Otro aspecto que preocupa es la liberación del precio al que las distribuidoras venden a las estaciones de servicio, hoy fijo. "¿Quién dice que a las estaciones chicas les van a vender al mismo precio que a una grande?, se preguntó el presidente de la gremial, Daniel Añón. Fuentes de la organización dijeron a El País que podría darse que las distribuidoras fijaran el precio "por afinidad" y que las estaciones quedaran virtualmente a su merced y verse perjudicadas ya que las bocas de venta tienen topeado el precio al público.

El tercer punto que molesta a los estacioneros es la reducción de sus bonificaciones y entienden que el gobierno lo presenta de manera engañosa al señalar que solamente bajarán para los que vendan más de 300.000 litros mensuales. En realidad se reducirían 38% para los que vendan más de 150.000 litros mensuales de nafta o idéntica cantidad de gasoil. Así, podría ocurrir que una estación en Montevideo (donde el grueso de las ventas son de nafta) se viese perjudicada y viera caer su bonificación en 38% aún cuando vendiera, por ejemplo, 220.000 litros de nafta al mes y solamente 20.000 de gasoil.

En este contexto, con una rentabilidad reducida y dado que los estacioneros debieron subir los salarios a mediados de año y Ancap no "reconoció" ese incremento de sus costos, Añón entiende que aproximadamente el 50% de las estaciones de servicio pueden verse obligadas a reducir personal o implementar el autoservicio porque la ganancia es de solo $0,5 por litro.

LOS SELLOS EMPIEZAN A TALLAR

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