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El pedido de más de 500 padres

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Padres que obtuvieron el subsidio hablan de un cambio en el lazo emocional. Foto: Sistema de Cuidados

VARONES AL FRENTE DEL CUIDADO DE LOS NIÑOS

Gracias a la ley, pasan más tiempo con sus bebés.

Tras el nacimiento del bebé, y luego de los 13 días licencia paternal del padre y las 14 semanas de licencia de la madre, con la ley 19.161 cualquiera de los dos pueden pedir en su trabajo un subsidio para cuidar al niño hasta los seis meses de vida. Desde 2014, solo el 2% de los varones lo solicitaron, el resto fueron mujeres.

La ley permite que el padre o la madre puedan pasar más tiempo con su hijo en sus primeras semanas de vida, seguir cobrando el mismo salario y que la mitad lo pague el Banco de Previsión Social (BPS) y la otra la empresa en la que trabaja. Desde 2014, fueron 515 padres que lo pidieron.

En general, son las madres que se enteran primero e instan a sus maridos a usarlo: "¿Sabías que existe este subsidio? ¿Por qué no lo usamos?", le preguntan. Y, tras un intercambio conjunto, deciden solicitarlo.

Según estudios del área de Primera Infancia del Sistema Nacional Integrado de Cuidados, las empresas en general desconocen esta herramienta y en la mayoría de los casos son los propios padres los que los piden. "Hay una dificultad de acceso a la información. Todavía no se sabe tanto del sistema", aseguró a El País Gabriel Corbo, director de Primera Infancia del Sistema Nacional Integrado de Cuidados.

Desde que funciona el sistema, los varones suelen pedir un mes y medio de este subsidio. "No bajan de un mes", comentó Corbo. Como el sistema permite alternar, en general dividen los tiempos con la madre.

Experiencias.

En una encuesta hecha por el gobierno, algunos de los padres que utilizaron la herramienta hablan de que fue una experiencia "positiva". "Ninguno dijo que no estuvo bueno o le causó algún problema con su mujer", agregó Corbo.

Mauro Silvera fue uno de esos 515 papás. Se enteró de que existía por Internet, lo conversó con su esposa y tomaron la decisión rápidamente."La oportunidad que tenés de fortalecer el vínculo es diferente. Generás otro tipo de aprendizaje también", comentó a El País.

Estos padres admiten que al principio es "difícil", pero terminan admitiendo que la experiencia "vale la pena".

Silvera pidió este subsidio con su segunda hija y valora esta experiencia que con su niña anterior no la tuvo. "Sobre todo para el desarrollo del bebé. Lo que van absorbiendo en los dos primeros años de vida es fundamental", agregó.

Una mayor cantidad de tiempo en el hogar también causa una mayor participación en las tareas domésticas. "Las otras tareas las pueden hacer hombre o mujer. Cocinar, limpiar, lavar no tiene por qué ser de una persona en especial", dijo Edy Pereyra, padre de Iván.

Factor cultural.

El motivo principal por el que solo un 2% de los padres piden este subsidio es "cultural", opinó Corba. Según un comunicado del Sistema de Cuidados, "los mandatos de género naturalizados, que suponen que las mujeres deben dedicarse a cuidar y los varones deben estar completamente disponibles para el trabajo remunerado" evitan que más hombres apliquen a este sistema.

Silvera dijo que en su trabajo, luego de que él pidiera el subsidio, cuatro personas tuvieron hijos y ninguno lo solicitó. En su círculo de amigos tampoco hubo interés.

El Sistema de Cuidados realizó un pequeño documental con algunos de estos 515 padres que, además de contar el beneficio del vínculo entre padre e hijo, narran cómo cambió el vínculo con sus compañeros de trabajo tras pedir el subsidio.

"En algunos casos tuvieron que bancar bromas. Como por ejemplo que te digan: Ah, te vas a cumplir el horario de la lactancia. En algunos casos tienen la suficiente fortaleza para bancarlas y en otros no", comentó Corbo.

Mujer al cuidado.

Cuando un familiar está enfermo en un hogar uruguayo, en un 77% de los casos la persona que lo atiende es una mujer, según un estudio divulgado en abril de 2017 por el grupo Sociología de Género de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.

La investigación, titulada "El aporte de las familias y las mujeres a los cuidados no remunerados en salud en Uruguay", encuestó a 1.198 mujeres en 2013.

El trabajo muestra diferencias en el acceso al mercado laboral cuando deben cuidar a una persona enferma. En el caso de las mujeres, solo lo logra el 27%. Si se trata de hombres, la cifra asciende a 50%.

"Las mujeres que quieren acceder al mercado de trabajo no pueden porque les falta tiempo, ya que se dedican a cuidar a sus hijos. Eso hace que tengan menos tiempo disponible para dedicar ocho horas de trabajo", apuntó Natalia Genta, una de las investigadoras del estudio junto a Karina Battyány y Valentina Perotta.

Si bien en todos los estratos socioeconómicos son las mujeres las que cuidan en mayor proporción que los hombres, la diferencia se acentúa más en el caso del nivel socioeconómico bajo. "La cantidad de tiempo que sería necesario contratar a una persona durante un proceso de enfermedad significaría un costo muy alto", indica el estudio.

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