Los niños pacientes del Hospital Pereira Rossell, referente en el país en la atención médica de la infancia, vivieron un Domingo de Pascua muy especial ayer de tarde cuando recibieron el regalo de un huevo de chocolate gigante, de 50 kilos.
Grandes y chicos se sacaron fotos con él y algunos emplearon para ello las computadoras del Plan Ceibal. Para romperlo, uno de los niños se paró arriba de una silla y lo tiró al suelo sobre una manta. Todos los demás esperaban ansiosos para poder comer chocolate. La donación se hizo luego de una movida a través de la red social Facebook, impulsada por el local de chocolate artesanal María Pasión.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN