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Parricida uruguayo actuó "a sangre fría"

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Policías reviven tétrica escena que hallaron en el lugar del crimen.

El juicio público que tiene lugar en Madrid contra el parricida uruguayo que degolló a su hijo de 19 meses y apuñaló al otro, de 5 años, sigue manteniendo en vilo a la prensa que cubre los tribunales. En la segunda sesión, celebrada en la Audiencia Provincial de Madrid, los agentes de policía que desfilaron por el estrado de los testigos, demolieron el argumento de que el acusado, Jorge Diego C., no recordaba los hechos porque había actuado "bajo los efectos del alcohol".

Uno tras otro, todos los policías que acudieron a la escena del crimen corroboraron que el acusado no presentaba ningún signo de haber ingerido alcohol y entendía perfectamente todo lo que le manifestaron los agentes. "Estaba normal, entendía todo lo que le decían", aseguraron.

Estos testimonios contrastan con la versión ofrecida por el acusado, que pese a reconocerse culpable del asesinato de su hijo de 19 meses, aseguró que el 27 de abril de 2014 bebió "entre seis y ocho litros de cerveza", por lo que sus capacidades estaban "gravemente comprometidas".

Jorge Diego, uruguayo de 33 años, separado de su esposa y padre de dos hijos, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 21 años de prisión por un delito de asesinato y otro de tentativa de asesinato. La acusación particular reclama la pena máxima de 43 años.

"No detecté ningún síntoma de alcohol, normalmente alguien que bebe tiene pupilas dilatadas, le cuesta mantenerse en pie, pero no detecté ninguno de estos síntomas", manifestó una agente.

En la segunda jornada del juicio testificaron los policías que acudieron al lugar del crimen. Uno de ellos aseguró que el crimen "no fue un acto espontáneo, me queda muy claro que había premeditación para matar" (a los dos hijos). Agentes que llegaron al lugar y detuvieron a Jorge Diego C., describieron la pavorosa escena que encontraron, y que la prensa española reproduce con detalle.

El cuchillo clavado.

"El niño (de 5 años) estaba de pie con un cuchillo clavado en la espalda junto a su padre. Cuando nos acercamos a él, nos preguntó si se iba a morir". Otro agente declaró que la escena les sobrepasó a todos porque el menor dijo que "le dolía mucho la espalda", pero no sabían por qué hasta que vieron el cuchillo clavado en la espalda.

"Era una escena surrealista, pero el niño estaba consciente", afirmaron los testigos. Inmediatamente fueron a buscar al bebé, al que hallaron muerto en la cama.

"Evito recordar cómo estaba ese bebé", dijo el policía que testificaba, justo en el momento en que Jorge Diego sufrió una crisis nerviosa, por lo que el tribunal se vio obligado a suspender la audiencia unos minutos hasta que el acusado se recuperase. La vista oral continuará hoy con toda la prueba pericial.

MADRID

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