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El Paraíso

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El continente nos mira con admiración. Los países más desarrollados, con envidia. Todos quisieran estar en nuestro lugar. Entender cómo logramos mantenernos en lo más alto. Tener los recursos humanos que, siendo apenas tres millones, hemos podido formar, desarrollar y poner a trabajar juntos, para estar donde estamos.

Sí, claro. Es obvio. Estoy hablando de fútbol. ¿No es acaso lo más importante? ¿No es la pelota lo que más preocupa a los uruguayos, lo que define nuestro estado de ánimo y nuestro futuro como país?

Pues debiera serlo. Después de todo, ¿de qué se escribe y se habla más en este país que de fútbol? ¿De qué hay más programas y espacios? ¿Hay algo que importe más que si fulano trabajó diferenciado en la semana, que lo que pasa en la AUF o que si mengano se desgarró? ¿Existen leyes más importantes que la del offside?

Está claro. No es posible que haya algo más importante que el fútbol para el futuro del Uruguay y los uruguayos.

Porque, si así no fuera, ¿qué sentido tendría que, habiendo temas más relevantes y en los que nos fuera nuestra suerte y la de nuestros hijos y nietos, nos pasáramos el día hablando y opinando de fútbol? ¿Cómo hablaría de nosotros, como sociedad, si teniendo temas realmente importantes que encarar, que debatir, que analizar y que resolver, el fútbol fuera capaz de acaparar tanto nuestra atención?

¿Acaso sería comprensible que en un país donde la economía luce estancada, donde el desempleo crece, donde la cultura de trabajo está desapareciendo, donde la educación ha colapsado y la inseguridad campea, los ciudadanos dedicaran más tiempo a debatir sobre la línea de tres o un arbitraje que sobre cómo preparar a sus hijos para el futuro o cómo hacer para que el Estado no se siga fagocitando todo lo que generan los que aún generan algo?

¿Podría entenderse que nos preocupara más el lugar en la tabla de las Eliminatorias a Rusia 2018 que el lugar del país en las pruebas PISA? ¿Que todos sepan lo que vota cada club en la AUF y que a nadie le importe demasiado cómo se distribuyen los gastos del Presupuesto Nacional?

¿Que haya más gente preocupada por los jueces y los penales cobrados, o ignorados, que por un Poder Judicial que lleva meses advirtiendo que no tiene dinero para llegar a finales de año? No. Por supuesto que no. Un país que pasa tanto tiempo hablando de fútbol, debatiendo sobre fútbol y analizando el fútbol no debe tener ningún otro problema más importante en qué pensar.

Todos los temas que desvelan al mundo ya deben haber sido abordados, desmenuzados, encarados y definitivamente resueltos. Solo así se entiende que se dedique tanto tiempo y energía a un simple juego. Apasionante, sí. Pero juego al fin. Qué felices somos. Todos nuestros problemas están, por fin, resueltos. Podemos recostarnos en el sofá, encender la televisión y disfrutar de una picada mientras rueda la pelota. El que no lo entiende, no sabe lo que se está perdiendo. Pobre de él.

[email protected]

LA COLUMNA DE PEPEPREGUNTÓN

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