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La oposición dice que no fue invitada formalmente al diálogo

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El presidente Tabaré Vázquez lanzó ayer el "diálogo social" en el auditorio del Sodre ante 600 personas —se habían cursado unas 3.000 invitaciones— y la oposición se lamentó de no haber sido invitada formalmente.

El diputado blanco Pablo Iturralde dijo a El País que planteará en el directorio nacionalista del lunes que "no parece razonable" que no se invite "a quienes representan a la mitad de la población". "¿Por qué puede sólo la fuerza política de gobierno participar de algo tan importante?", preguntó el diputado.

El Partido Independiente no fue invitado como tal y su líder, el senador Pablo Mieres, señaló a El País que "si se busca promover un diálogo social, parece lógico que se hubiera invitado a los partidos políticos, que son actores relevantes de la sociedad uruguaya". "No tenemos claro cuál es la idea ni los objetivos del gobierno con esta iniciativa", agregó. El secretario general del Partido Colorado, Germán Cardoso, fue invitado a título personal pero no asistió por motivos de agenda.

El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, dijo que el gobierno quiere una participación "lo más amplia posible" y que no se quería excluir a ningún sector pero las colectividades opositoras como tales no fueron invitadas y sus legisladores no fueron vistos ayer en el auditorio. Sí estaban presentes al menos dos legisladores oficialistas, el senador Andrés Berterreche y su colega Constanza Moreira.

El Pit-Cnt dijo que el "diálogo social" no es nada nuevo y algunos empresarios se fueron con la intención de intentar aportar allí algunas de las propuestas que creen fundamental hacer en el corto plazo y para las cuales hasta el momento no han tenido eco.

El "Diálogo Social" era una de las promesas electorales de Vázquez. Con este diálogo, a diferencia del que se implementó en el primer gobierno del Frente Amplio, se pretende pensar el Uruguay de largo plazo y para eso se buscan ideas de diferentes organizaciones sociales con el objetivo de que al pasar raya se haya logrado un conjunto de cambios institucionales, proyectos de decreto, resoluciones o leyes que permitan dar un impulso al desarrollo del país.

"No es un debate. No es un fin en sí mismo. No es un fogonazo milagroso que soluciona todo. No es un proceso eterno. No es una reunión improvisada. No es un conciliábulo de eruditos, pero tampoco una tertulia de talenteo", dejó en claro Vázquez en su presentación con lo que dio la pauta de lo que se pretende: "hay que llegar a resultados positivos tangibles".

"No se trata de negar o disimular matices, diferencias o conflictos, se trata de asumirlos y gestionarlos", agregó. "Eso de que el fin justifica los medios no vale como justificación: somos lo que hacemos" y requerimos "mirada larga y aplomo estratégico, paciencia estratégica porque en el desarrollo quien no sabe a dónde quiere llegar tampoco sabe cómo recorrer" el camino, afirmó.

Vázquez dejó en claro que el Diálogo Social no busca "eludir las exigencias del presente", pero dijo que no es el ámbito para ellas. Ahora la meta es generar una "estrategia de desarrollo del país ambiciosa, razonable y sostenible".

Para esto, desde diciembre y hasta marzo, el gobierno recibirá documentos y propuestas. En marzo realizará foros temáticos, en abril abrirá mesas de diálogo que contarán con un facilitador y con apoyo técnico de la universidad estatal y se estableció el segundo semestre de 2016 para que se entreguen informes con las propuestas de qué es lo que se debe hacer.

De todas formas, varios funcionarios de gobierno consultados por El País dejaron en claro que la idea es implementar los cambios con la mirada puesta más allá de 2020.

El pedido de aportes está agrupado en tres ejes temáticos: desarrollo e inserción internacional, protección social y políticas transversales. Por ejemplo, se analizará si es necesario aumentar o bajar la edad de jubilación, o reagrupar diferentes oficinas gubernamentales en una, o redefinir un procedimiento administrativo. El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, ayer mismo recibió de una organización civil de Atlántida una propuesta y sostuvo que las cámaras de industrias y de comercio tienen previsto presentar las suyas. También fueron invitadas cámaras agropecuarias, sindicatos, cooperativas, universidades y organizaciones religiosas y estudiantiles.

Mieres dice que no tiene claro el objetivo que se persigue con la iniciativa

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