Agua potable turbia se mantendrá después de los arreglos.

Ocho camiones cisterna de OSE distorsionaron parcialmente el tránsito en la tarde de ayer en las cercanías de mutualistas y hospitales públicos ubicados en barrios afectados por el corte del suministro de agua potable.

Debieron maniobrar en calles angostas como Abreu, a metros de la Avenida 8 de Octubre, o en Joanicó casi Larrañaga, para llenar los tanques del Casmu 2 y del servicio oncológico de ASSE.

También asistieron al Casmu 4 y al Servicio Médico Integral, ambos situados en la Avenida Luis Alberto de Herrera, al Hospital Militar de la Avenida 8 de Octubre, al Evangélico de ex Propios, y al Geriátrico Piñeyro del Campo.

El corte del abastecimiento de agua se originó por la rotura en la madrugada de ayer de un desagüe de acero en la Cuarta Línea de Bombeo —que data de 1962— según informó OSE.

La baja presión o la falta de suministro de agua potable se dio en el 40% de Montevideo, en un área comprendida desde General Flores hacia el este y desde Veracierto hacia el oeste.

Así pasó en los barrios Aguada, La Comercial, Goes, Jacinto Vera, La Blanqueada, Tres Cruces, Cordón, Sur, Palermo, Parque Rodó, Punta Carretas, Pocitos, Parque Batlle, Buceo, Malvín, Malvín Norte, Unión, Mercado Modelo, Villa Española, Villa Muñoz, Maroñas, Cerrito de la Victoria y el Hipódromo de Maroñas.

Mientras en los edificios de apartamentos las consecuencias de un corte de agua como el de ayer se postergan porque el vaciamiento de los tanques instalados en las azoteas no se da en pocas horas, en los hospitales o mutualistas ocurre lo contrario. Por eso hasta allí debieron viajar los camiones cisterna de OSE, con una capacidad de 30.000 litros cada uno.

La descarga de agua se facilitó en los centros que poseen tanques de almacenamiento subterráneos. En estos casos, en unos 45 minutos pudo completarse la operativa. Con el agua hasta ocho metros de altura de los tanques no es posible presagiar que en pocas horas, en la medida que no se está bombeando por el corte general, se dejará de recibir el servicio.

Cuando el agua en los tanques no supera el metro de altura empiezan los problemas. Eso se dio al llegar los camiones con agua cargada en la tercera línea de bombeo, de Millán y el Arroyo Miguelete.

"Se trata de un hidrante con muy buena presión que viene de los depósitos de Melilla", explicó a El País el jefe de mantenimiento de flota de OSE José Luis Mendioroz.

"En estos casos siempre hay que trabajar a full, dando una mano a uno y otro camión, no solo por el tema del abastecimiento a los centros de salud sino porque en la tarde las calles tienen un tránsito pesado. Los camiones miden unos veinte metros y eso dificulta el estacionamiento. Tenemos que señalizar y encargarnos de toda la parte logística", agregó José Luis Mendioroz.

En pleno cambio de turno, del vespertino al nocturno, en más de uno de los servicios por los que hizo una recorrida El País, personal de enfermería o administrativos que emprendían la salida a las 18:00 horas recién tomaban noticia de la falta de agua. Era el tema en los corredores que conducen a los gabinetes higiénicos. En realidad la noticia había sido difundida por la prensa durante la mañana de ayer.

En caso de que la reparación terminara en la madrugada de hoy, de todos modos OSE advierte que no se descarta el registro de fenómenos de turbiedad en el sistema de distribución a lo largo de esta jornada. Para reparar las tuberías dañadas hubo primero que cortar el suministro de agua a lo largo de unos 50 kilómetros, lo cual provocó que quedaran llenas de aire. El ingreso de agua deberá realizarse en forma paulatina, para evitar que la presión ocasione otras roturas.

Trabajos a ocho metros bajo tierra para reponer cañerías de la Cuarta Línea de Bombeo como los que debieron emprenderse desde ayer tienen más de un antecedente.

Un desperfecto en una válvula de 20 centímetros de diámetro había complicado mucho en 2011 la dinámica de los centros hospitalarios. En algunos, como el Pasteur, los enfermeros debieron realizar las tareas de limpieza con suero y agua destilada. Los tanques ubicados en el Cerrito de la Victoria se fueron también vaciando de a poco y la falta de agua se dio en más de veinte barrios.

Corte de agua