El Poder Ejecutivo acaba de autorizar a Ancap a contraer un nuevo endeudamiento por US$ 50 millones para cancelar obligaciones bancarias que vencieron este mes. Las resolución, fechada el miércoles 12 y firmada por el presidente Tabaré Vázquez y los ministros Danilo Astori (Economía) y Carolina Cosse (Industria), autoriza a Ancap a endeudarse en esa cifra a fin de pagar un préstamo que le había otorgado el Banco Itaú.

Esta autorización coincide con el arranque de la comisión investigadora sobre Ancap del Senado, donde el endeudamiento de la empresa pública es uno de los tema a analizar. La resolución dice que se autoriza el endeudamiento "a efectos de atender las necesidades del proceso de reestructuración" de la deuda de corto plazo de Ancap.

En los últimos tiempos Ancap ha debido apelar a varias autorizaciones del Poder Ejecutivo para cancelar deudas.

Hace un año, en agosto de 2014, el entonces gobierno de José Mujica autorizó a Ancap a contraer un préstamo por US$ 110 millones para cancelar deudas. Similar situación se produjo en julio de ese año, cuando se autorizó al ente a renovar un préstamo con el Banco Santander, cancelar otro con Banistmo (antes HSBC) y contraer un nuevo endeudamiento para cubrir un embarque de crudo. La renovación del préstamo con el Santander fue de US$ 70 millones, la cancelación con el Banistmo por US$ 50 millones y el nuevo endeudamiento por embarque de crudo ascendió a US$ 50 millones.

En enero de 2015, Mujica volvió a autorizar a Ancap, por medio de un decreto, a endeudarse por hasta US$ 100 millones para pagar los embarques de petróleo correspondientes a enero y febrero y para abonar una cuota del préstamo que le concedió el Ministerio de Economía para cancelar anticipadamente sus obligaciones con Pdvsa de Venezuela.

A esto se suma que el pasado 17 de julio el presidente Tabaré Vázquez firmó con su par venezolano Nicolás Maduro un acuerdo de intercambio de alimentos para saldar la deuda de Ancap con la petrolera Pdvsa por US$ 300 millones.

La ley establece que se requiere la autorización del Poder Ejecutivo cuando una empresa pública pretende endeudarse por un monto superior a los US$ 10 millones y se debe dar cuenta de la decisión a la Asamblea General.

De acuerdo al balance 2014 de Ancap, su pasivo total aumentó 12,9% respecto al año anterior. Ese incremento fue de US$ 248,7 millones. La pérdida final de la empresa pública llegó a US$ 324,1 millones.

En los números rojos pesó el incremento de las deudas financieras que alcanzaron US$ 97,6 millones. El balance señala que ese aumento de las deudas se debió fundamentalmente a la diferencia de cambio generada por los préstamos que mantiene Ancap, tanto en dólares como en Unidades Indexadas. A su vez, el aumento en las deudas comerciales y en otras deudas de la empresa fue de US$ 151,9 millones.

El pasivo total de Ancap ascendía a US$ 2.173,1 millones al cierre del año pasado.

A mediados de julio, la calificadora de riesgo Moodys le bajó la calificación a Ancap de Ba2 a B1. La agencia también rebajó la evaluación de la línea de crédito del ente de B2 a Caa1. Moodys explicó que la rebaja de la línea de crédito a Caa1 refleja un perfil crediticio más débil, derivado principalmente del aumento de la carga de la deuda de Ancap.

La comisión investigadora sobre Ancap convocó al directorio de la empresa pública a fin de notificarle de la denuncia del senador blanco Álvaro Delgado. La próxima reunión de la comisión será el martes, pero no está confirmado que ese día concurra el directorio de Ancap presidido por José Coya.

El martes la comisión definirá si además cita a gerentes de Ancap. El ministro de Economía, Danilo Astori, y el exministro Fernando Lorenzo también están en la lista de funcionarios que deberán comparecer en la comisión investigadora. La comisión está formada por los frenteamplistas Marcos Otheguy, Ruben Martínez Huelmo, Daisy Tourné y Marcos Carámbula; el nacionalista José Carlos Cardoso, el colorado Pedro Bordaberry y el independiente Pablo Mieres.

Es para pagarle a un banco en el proceso de reestructuración de su deuda