HALLAZGO EN EL RÍO URUGUAY

Mujer reclamó 15 objetos pero no presentó documentos.

Hasta ayer nadie se había presentado con pruebas a reclamar las joyas que localizó el pescador Marcelo Díaz en aguas del río Uruguay el domingo pasado.

En la jornada de ayer, en la sede de Prefectura de Salto, se presentó una mujer procurando recuperar 15 objetos similares a los exhibidos que le habrían robado durante el año 2015, según confirmó a El País el vocero de la Armada, Gastón Jaunsolo.

El descubrimiento de este botín, compuesto de 384 piezas de joyería, monedas y un fusil de colección, sigue acaparando el comentario de los salteños, no solo por el accionar de honestidad del pescador, sino por las condiciones y el lugar en que se produjo el hallazgo.

Mientras tanto, un equipo de investigadores de la Armada Nacional continúa cotejando con la Policía Científica las denuncias de hurtos de alhajas de elevado valor de todo el país con el objetivo de esclarecer el origen del botín.

Si las pericias lograran algún resultado positivo, se tomarían como un indicio para ubicar a sus verdaderos propietarios.

Jaunsolo, por otra parte, indicó que aún no se ha pedido por parte de la Justicia un tasador para valorar el hallazgo, que permanece bajo custodia de la Armada en la ciudad de Salto.

En cuanto al reclamo de la mujer que se presentó ante las oficinas de Prefectura, señaló que habrá que "cotejar" si las descripciones de las joyas coinciden con lo que le hurtaron hace dos años.

A la hora 9.30 de hoy el pescador comparecerá ante el prefecto de Salto para labrar un acta definitiva sobre el hallazgo. Díaz mantiene algunas dudas sobre el número de joyas que entregó y las que finalmente se estarían dando a conocer, según expresó el abogado del pescador, Francisco Merino.

El profesional advirtió que en esta jornada solicitará la grabación de las cámaras de vigilancia interna de la repartición y que si no hay acuerdo entre su cliente y los funcionarios de Prefectura, presentará una denuncia ante la Policía.

Díaz cree que "algo pudo haber pasado" durante un lapso de una hora que estuvo fuera de la repartición cuando entregó las joyas.

Los investigadores manejan diversas hipótesis sobre el origen del hallazgo. Se mantiene la teoría de que este botín iba a ser trasladado por agua hacia el territorio argentino y que por algún motivo quien debía hacerlo lo abandonó.

El pescador aguarda por otro desenlace que le permita que lo encontrado vaya a remate por la vía judicial en algún momento y pueda hacerse del 50% de su valor de acuerdo a las leyes vigentes. La otra mitad quedará en manos del Estado.

El abogado Francisco Merino anunció que su cliente, Marcelo Díaz, iniciará el llamado "proceso de hallazgo". Se trata de un reclamo que debe dirimir la Justicia una vez resueltos todos los reclamos que surjan. La norma vigente para estos casos indica que el 50% del botín quede para el Estado y el resto para el responsable de su localización.