Aumenta la demanda de implantes y de preservativo femenino.

El preservativo masculino sigue siendo el método anticonceptivo más usado, sobre todo en las primeras relaciones sexuales. Y las pastillas le siguen lejos gracias al incremento entre las mujeres con parejas estables. Sin embargo, la lucha del Ministerio de Salud por disminuir la cantidad de embarazos no intencionales —más que nada en las adolescentes— está haciendo disparar la demanda de otras alternativas: el preservativo femenino y los implantes subdérmicos.

En un año y medio se sextuplicó la cantidad de preservativos femeninos entregados por los prestadores de salud. Y solo en el sector público la demanda de implantes se duplicó en el mismo período. Sobre este último método, los privados aún no están obligados a su aplicación y solo 14 centros de ASSE encabezan el plan piloto.

Estos cambios de tendencia en el uso de métodos anticonceptivos hizo que el Ministerio de Salud destine US$ 1.183.671 a la compra de estos productos para 2018. Si no se tuviera en cuenta el aumento del consumo, la cartera hubiese invertido US$ 842.437.

Las pastillas anticonceptivas (Femexin 28) son el método en que más invierte el Ministerio; gasta US$ 330.300 y eso que no varió el consumo. El otro alto costo son las 407 cajas de 50 unidades de implantes, que aumentaron 33%.

Si bien no es un anticonceptivo en sí mismo, el lubricante, como complemento del uso de preservativo, creció 60% su consumo. Eso hizo que el ministerio invierta para la partida de 2018 US$ 8.160 más que lo destinado hace un año atrás.

Estos datos son algunos de los que analizarán hoy en el tercer coloquio sobre salud sexual y reproductiva, bajo la presidencia de la subsecretaria Cristina Lustemberg.

En el encuentro que comienza a las 9:30 horas en la sede central del ministerio, se abordarán, además, las cifras de abortos, mortalidad materna, enfermedades de transmisión sexual y las técnicas de reproducción humana asistida.

Sobre este último punto se hará énfasis en las 1.909 solicitudes de cobertura financiera para procedimientos de reproducción humana de alta complejidad. El Fondo Nacional de Recursos cubre parte del tratamiento desde abril de 2015. Por tanto, significa un promedio de tres solicitudes por día.

Solo 141 solicitudes fueron rechazadas por estar fuera de la normativa de cobertura.

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