El Ministerio del Interior aseguró en la tarde de ayer mediante un comunicado, que la muerte de Valeria Sosa, la bailarina de 29 años que fue asesinada por su ex pareja el lunes pasado, "pudo y debió evitarse", debido a que existe un protocolo vigente para este tipo de casos en los que los policías ejercen violencia contra sus parejas.

"La infame muerte de una mujer a manos de su ex pareja (policía en actividad), caló hondo en la Secretaría de Estado", dice el comunicado y agrega: "no basta la confección de protocolos si no se garantiza la eficaz aplicación de los mismos".

"En ese sentido, y con el profundo dolor que significa para las autoridades una muerte que pudo y debió evitarse con las medidas dispuestas en ese instrumento, se sustanciaron acciones para aclarar los hechos y/o circunstancias que llevaron a este lamentable y doloroso resultado", asegura el texto.

Según el Ministerio del Interior, "la investigación en curso echará luz en el procedimiento que mereció el caso y la cartera no vacilará en aplicar las más duras medidas que estén a su alcance sobre los presuntos responsables".

La madre de Valeria Sosa, Beatriz Olivera dijo a El País que su hija ya había llevado a cabo cuatro denuncias ante diferentes seccionales policiales por los casos de violencia doméstica.

Según el protocolo previsto por el Ministerio del Interior, al policía tendría que habérsele retirado su arma de reglamento —con la que dio muerte a su ex pareja— y tenía que haber incurrido en un tratamiento psicológico. Pero nada de esto pasó, "porque las denuncias fueron todas trancadas", aseguró Olivera a El País.

"Una herramienta como el protocolo en cuestión pudo y debió evitar esta muerte", asegura el comunicado de la cartera de Interior que luego agrega que "hace llegar a la ciudadanía en general y a las personas en situación de violencia doméstica y/o de género en particular, su más absoluta solidaridad y la renovación del compromiso asumido junto con la profundización de las acciones para la protección de las víctimas".

UNA MUERTE EVITABLE