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"Me quise fugar del penal por ansia de libertad"

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Pese al refuerzo de las guardias, el peligroso recluso logró escapar. Foto: D. Borrelli
Penal de Libertad , cárcel, nota por medidas del sindicato policial de suspender visitas de familares de presos al haber sido heridos dos policías , ND 20120420, foto Darwin Borrelli - Archivo El País
Archivo El País

Al secuestrador de Rospide le faltaba 15 metros de túnel.

"Ansia de libertad". Esa fue la escueta explicación que brindó el viernes 30 el secuestrador de Ignacio Rospide, minutos después que salió con las manos en alto del túnel que había construido detrás de un invernáculo del Penal de Libertad. El recluso sudaba en forma copiosa por los nervios.

Según el relevamiento realizado por personal de Bomberos, el túnel realizado por el preso Osvaldo Furtado Maneiro tenía 10 metros de largo y un metro de ancho.

Le restaba apenas 15 metros para llegar a una zona segura, por fuera del doble vallado y del control perimetral realizado por efectivos del Ejército.

Una fuente del Ministerio del Interior dijo a El País que se presume que por lo menos 30 de los 75 presos ubicados en el Sector Barraca del Penal de Libertad se fugarían a través del túnel hecho por Furtado Maneiro. Pese a que estos internos habían logrado superar etapas previstas en el régimen de progresividad —el Sector Barraca es un área de baja seguridad—, habían sido procesados por delitos graves: rapiñas, copamientos y homicidios, entre otros.

La sorpresa de los policías fue grande cuando corrieron los plásticos del invernáculo que tapaban la entrada del túnel. Sus paredes y el techo se sostenían con varillas de hierro; había ventiladores para remover el aire y lámparas de luz alimentadas desde el sistema eléctrico del invernáculo.

Para cavar, el recluso utilizaba las herramientas del invernáculo: pequeñas palas, cucharas de mano y rastrillos. Y la tierra la tiraba en el invernáculo.

Las autoridades carcelarias creen que Furtado Maneiro salía "estiraba las piernas" tanto de día como de noche escondido en el invernáculo.

Sus cómplices le proveían de alimentos y agua. La Policía sospecha, además, que un delincuente vinculado al ladrón uruguayo acusado de participar en el famoso asalto al Banco Río de Buenos Aires y un especialista en robar a empresas mediante boquetes ayudaba a Furtado Maneiro en la construcción del túnel.

Ingenio.

El viernes 30, el Ministerio del Interior informó que autoridades de la Unidad N° 3 del Penal de Libertad y efectivos del Departamento de Análisis e Investigación Penitenciaria (DIAP) desarticularon un intento de fuga masiva que se venía gestando con la desaparición de un interno que se presumía fugado.

Los guardias del Sector Barraca constaron la desaparición de Furtado Maneiro en la tardecita del 24 de diciembre pasado, luego que se retiró la visita de dicha áreas del Penal de Libertad.

En un primer instante se pensó que el interno estaba oculto en algún otro sector del recinto penitenciario. Pero relevado el mismo no se pudo dar con su persona al tiempo que no se constató ninguna brecha o rotura de los cercos que rodean el perímetro, informó el Ministerio del Interior. Poco después de su desaparición, los cómplices de Furtado Maneiro hicieron correr la versión en el Penal de Libertad que éste se había escapado por la puerta.

Es decir, realizaron una tarea de contra inteligencia para distraer a los investigadores policiales mientras el secuestrador de Rospide continuaba cavando el túnel. Inclusive, los informantes que tenían los policías dentro y fuera de la cárcel ratificaban esa versión.

Una semana antes de Navidad, el preso participó en una obra teatral, cuyo título no trascendió. La primera hipótesis de los investigadores fue que Furtado Maneiro huyó por la puerta del Penal de Libertad disfrazado de mujer o policía y utilizando una tarjeta de visita y una cédula falsificada.

Investigadores revisaron las filmaciones de las salidas de las visitas y no había ningún rastro del preso supuestamente fugado. Sí constaron que la guardia no revisó debajo de un camión y ello se transformó en otra línea de investigación.

Con el correr de los días, autoridades carcelarios recibieron un dato clave de un recluso: "Furtado Maneiro está dentro" (en el Penal de Libertad).

Poco después, otro preso dio a los investigadores información precisa sobre el lugar donde se encontraba el túnel.

Por el secuestro de Rospide, Furtado Maneiro debía cumplir una pena hasta 2024. Ya tenía una plaza laboral. Por buena conducta y trabajo, saldría en libertad transitoría en tres años.

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Pese al refuerzo de las guardias, el peligroso recluso logró escapar. Foto: D. Borrelli

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