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"Me encanta el país, me encanta el balneario, me encanta la comida"

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Eric Trump. Foto: Ricardo Figueredo

ERIC TRUMP

Eric Frederick Trump, tercer hijo del presidente de Estados Unidos y de la empresaria Ivana Trump, cumplió su sexta visita al balneario.

Trump volvió a manifestar su fascinación por Punta del Este y también —como era de esperar— con el edificio de la Playa Brava que luce su apellido en la estructura y su propia imagen en la cartelería desde diciembre pasado. Trump se mostró muy satisfecho por el nivel de ventas que supera el 75% del total de unidades. Quedan aún por vender los dos penthouses, de diez millones de dólares cada uno.

—¿Cómo vio a Punta del Este este verano?

—He estado viniendo desde hace seis años. Me encanta el país, me encanta el lugar y me encanta la comida. Es un lugar fantástico, muy especial y estamos construyendo este edificio que no tiene competidor.

—¿Cómo encontró el edificio?

—Es maravilloso. Apenas llegué lo recorrí en su totalidad. No hay un edificio mejor en toda América del Sur. Es increíble la cantidad de amenidades que tiene: las piscinas internas y externas, el helipuerto, el tamaño de los baños, el lobby... No creo que vaya a haber un edificio con semejante calidad. Hicimos un trabajo fantástico.

—¿Qué le dicen los clientes? ¿Se encontró con alguno en los Estados Unidos?

—Tenemos clientes de mi país. Aparte de uruguayos, brasileños, argentinos y de otras partes de todo el mundo. Es un edificio muy cosmopolita, como Punta del Este que se está convirtiendo en un lugar cada vez más internacional. Cada día la gente dice que es el mejor día que han visto. Punta del Este se lo merece.

—Tengo entendido que los primeros clientes que compraron en el pozo ya obtuvieron una ganancia del 200 por ciento. ¿Es así?

—Aun mejor que eso. Más de 200 por ciento. Cuando se presenta un proyecto hay gente que cree en el mismo y hay gente que no. Hubo muchos que creyeron en el proyecto y creyeron en la marca Trump. Sabían que estaban invirtiendo en el mejor edificio. La gente ahora lo ve con sus propios ojos. Este edificio marca un estándar para toda América y lo digo habiendo construido muchísimos edificios de excelente calidad en todas partes del mundo.

—Hace un año, usted estuvo en este mismo salón como hijo del presidente electo. Hoy es el hijo del presidente de los Estados Unidos. ¿Cómo cambió su vida en este año?

—Estoy muy orgulloso de lo que ha hecho mi padre. En este año casi tres trillones de dólares fueron sumados a la economía de mi país.

—¿Y en lo personal, cómo le impactó a usted?

—Ser la primera familia de los Estados Unidos genera una responsabilidad enorme. Hay diferencias en el estilo de vida. Desde la seguridad, la forma en que tenemos que viajar, entre otros aspectos. Y esto implica diferencias en la forma de hacer negocios. Somos seguros, somos conservadores. Entendemos que el trabajo de mi padre es el más importante del mundo. Por eso no vamos a hacer nada que lo pueda manchar.

—¿Cómo repercutió en la corporación Trump el hecho de que su padre sea el presidente de los Estados Unidos? ¿Venden más apartamentos?

—Creo que tenemos la marca más grande del mundo. Con el título de presidente también vienen los sacrificios. No haremos más negocios nuevos. Y lo decidimos para evitar cualquier tipo de conflictos. Mientras que mi padre sea el presidente de los Estados Unidos, la firma no hará más transacciones. Cuando termine con su mandato saldremos otra vez a vender. Mientras tanto no. Lo hacemos para evitar cualquier tipo de conflicto con los negocios. Desde el punto de vista financiero a la compañía le está yendo espectacularmente bien. Así que tenemos que dar un paso al costado por un par de años al menos.

—¿Existe por un lado un Eric Trump empresario y por otro el Eric Trump ciudadano? ¿Usted le plantea a su padre cuestiones en su calidad de ciudadano o en calidad de empresario?

—Mantengo separado el tema de los negocios. Él no tiene nada que ver con los negocios. Y yo no tengo nada que ver con el gobierno de los Estados Unidos. Somos muy estrictos en ese sentido. Sigo siendo su hijo. Somos una familia muy unida. Estoy muy orgulloso de mi padre. Siempre seré su fanático.

—¿El ciudadano Eric Trump alguna vez le cuestionó a su padre alguna decisión de gobierno? ¿Alguna vez le dijo: "Papá no me gusta lo que estás haciendo"?

—Como en toda relación entre padre e hijo o entre cualquier persona, no hay temas en que uno coincida en un cien por ciento. En algunos temas tengo mi opinión y mi padre tiene la suya en otros. Hay veces que pienso diferente a mi padre. También hay veces que pienso diferente a mi esposa o un amigo. Es algo natural.

—¿Su padre se presentará a la reelección por un período más al frente de la Casa Blanca?

—Habría que preguntarle a él, pero supongo que podrá hacerlo. Todavía es pronto para saberlo.

—¿Siente algún tipo de temor ante la eventualidad de que algo salga mal en la política exterior de su país?

—No. Para nada.

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