Una mujer de 62 años fue procesada por un delito de homicidio especialmente agravado, tras descubrirse que asesinó a martillazos en la cabeza a su esposo, un hombre de 77 años. Pero el dato más sorprendente es que, en el año 1986, esta misma mujer había matado a quien entonces era su marido. En ese caso lo degolló.

Los pobladores de la capital artiguense no salen de su asombro a medida que trascienden detalles y datos del violento episodio, ocurrido en la noche del miércoles, luego de una discusión entre la pareja.

Uno de los rumores que circulan, establece que la mujer habría comenzado el romance con quien a la postre fue su segunda víctima mortal, en momentos que purgaba condena por el primer homicidio.

La asesina, que demostró sangre fría, llamó a la policía denunciando que desconocidos habían invadido su casa y herido a su esposo.

A los efectivos les dijo que dos hombres habían copado la vivienda y habían lastimado a su esposo, quien aún estaba con vida.

De inmediato el hombre fue derivado a un hospital de la capital artiguense, donde falleció a poco de ingresar a la emergencia.

Sin embargo, al intentar ahondar en la indagatoria, la mujer se quebró y confesó que mató a su marido a martillazos en la cabeza. El hecho ocurrió en su modesta vivienda ubicada en camino Vecinal a Cerro Ejido, en Artigas.

El martillo con manchas de sangre y las huellas de la mujer, fue fundamental para establecer la culpabilidad de esta esposa.

Durante la indagatoria judicial y luego que confesara haber matado a su esposo, se defendió diciendo que era víctima de constantes amenazas por parte de su marido.

En el año 1986, esta mujer había degollado a quien era su esposo, utilizando una hoja de afeitar. A poco de salir de la cárcel donde cumplía la pena por aquel homicidio, conoció a su segundo marido, de quien ahora es su viuda.

La viuda negra