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Un mar de gente ofrendó flores y barcas en las fiestas por Iemanjá

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Miles celebran la fiesta de Iemanjá en playas de Montevideo. Foto: Fernando Ponzetto

TEMPLOS EN LA ARENA

Miles celebraron en playas de Montevideo el día de la diosa de las aguas.

En la lista de presentes biodegradables que recomiendan ofrendar a Iemanjá los líderes religiosos afroumbandistas preocupados por el cuidado del medio ambiente figura "la alfacema o alhucema é da Nossa Mae Yemanjá", o también cualquier plantita, jazmines, hierbas y yuyos para purificarse, o laurel, malva rosa, artemisa, una espada de San Jorge, frutas, miel y perfumes.

Sin embargo, a lo largo de la jornada de ayer no faltaron las barcas de espuma plast en las aguas de las playas del Cerro, Buceo o Ramírez, las tres siempre más concurridas, aunque es en la última en donde se da la mayor concentración, para una fiesta que se estima moviliza a una cien mil personas, entre devotos, turistas y curiosos.

A esa cifra se llega porque muchos son los que asisten a las playas en dos oportunidades, y hasta durante dos noches y dos madrugadas, ya sea para observar desde la rambla o bien para acercarse a los templos montados en las arenas, en donde los jefes de terreiro dan los tradicionales pases y atienden consultas con la misión de ayudar a uno más de los hermanos de fe.

Esencias.

Al ponerse el sol, en una tarde de verano templada pero ventosa, con ráfagas fuertes desde el sureste, mientras antes de llegar a las dunas, en la propia vereda de la rambla se hacía sentir la percusión de un atabaque, un berimbau y un pandero, también el público podía acceder a una sesión de buzios "a caridad".

Foto: Fernando Ponzetto
Foto: Fernando Ponzetto

Ya a mitad de la tarde, frente a una decena de templos armados en Ramírez comenzaron a formarse largas filas de fieles en tanto se cantaban textos en portugués para los orixás o santos y sonaban asimismo algunos toques para rememorar y homenajear a los ancestros, a los arcaicos caboclos, aquellos espíritus de indios tupiguaraní que dejaron una descendencia mestiza y también trabajaron, sobremanera en Brasil, dentro de la umbanda, una religión compuesta en su mayoría por espíritus de hombres negros que fueron esclavos y que, junto a los caboclos, neutralizan todas las energías negativas, según dicen los creyentes.

Mercado colorido.

En la feria de puestos fijos y ambulantes ubicada frente al mar, como en cada 2 de febrero ayer se ofertaba de todo, desde pop, churros y tortas fritas hasta sombreros, sandalias, prendas veraniegas —para damas principalmente— y ropa de batuque. Y mientras que en la playa las velas se pregonaban "a voluntad" allí en la plaza eran vendidas a $ 5.

Miles celebran la fiesta de Iemanjá en playas de Montevideo. Foto: Fernando Ponzetto
Miles celebran la fiesta de Iemanjá en playas de Montevideo. Foto: Fernando Ponzetto

En ese espacio en donde predominaba el clima de periferia había mesas con diversos artículos para el rito, como ser las barcas de espuma plast o las de fibra de madera y las imágenes de Iemanjá en yeso, con precios que oscilaban entre $100 y $ 660 según los tamaños.

Lo que aparecía como "la joya del rey" eran trozos de sandía, dispuestos encima de mesas a precio de jamón ibérico.

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