El consejero del Codicen dijo a El País que los "egresos en ciclo básico crecieron un 3%" y agregó que los desafíos son mayores. 

—¿Por qué no se pone el muro que piden los docentes en el liceo 50?

—La semana pasada tuvimos una reunión con el Ministerio del Interior que estaba prevista desde diciembre a efectos de poder, a través de varios programas, buscar mecanismos que permitan amigar al liceo con su entorno. Porque lo que ha pasado particularmente en el liceo 50 no es por el liceo 50, porque también pasó lo mismo con el Jardín de Infantes 346, los dos de Casabó; el problema es con el vecindario, con el lugar donde está enclavada la institución. Entonces vamos a instalar una mesa de trabajo donde va a participar el Codicen, el Ministerio de Desarrollo Social, el alcalde de la zona y los estudiantes. Porque nosotros entendemos que la construcción de un muro, que es muy importante para el centro educativo, no va a resolver el problema del adentro y del afuera. Lo que hay que hacer es un fuerte trabajo barrial.

—¿Pero el muro se va a construir?

—Sí, la construcción comienza a fin de esta semana o después de turismo.

—Hace seis años que reclaman el muro… ¿por qué se demoró tanto?

—Porque el muro hay que diseñarlo. No es un murito, es una muralla. El valor es elevado, estamos hablando de una obra de 1,5 millones de pesos. Hubo que llamar a licitación. Y no es verdad que esto comenzó en 2009, nosotros empezamos con esto a fines del año pasado. Ahora ya está la empresa y ya fueron el martes a hacer los primeros movimientos.

—¿Cómo se van a tratar los problemas de seguridad en los liceos 13 y 19 del barrio de Maroñas?

—Fuimos el martes al liceo 19, nos reunimos con los profesores del centro y también participó la Policía Comunitaria. Pero acá hay que entender que en primer lugar lo que tenemos que hacer es incluir a los jóvenes que están fuera del liceo, vamos a llevar psicólogos para evaluar cuál es el nivel educativo de esos chicos y tratar de convencerlos para tenerlos adentro del sistema. Porque lo más sencillo es llamar a la policía y sacarlos, pero nosotros queremos integrarlos.

—En ADES también advierten sobre situaciones similares en el liceo 13…

—Es que esto debe pasar en todos los barrios, porque no es nuevo que jóvenes se pongan en las puertas del liceo.

—Pero ellos dicen que hubo amenazas, que robaron a algunos estudiantes…

—Lo que yo vi en la puerta del liceo 19 eran jóvenes como nuestros hijos que necesitan una orientación. Y lo que necesitamos es rescatarlos. Acá hay dos opciones: o los mandamos a la Isla de Flores o tratamos de sacarlos de la calle. Y esta última es nuestra gran obsesión. También en el 19 vamos a mejorar la iluminación y a hacer una poda importante de árboles.

—¿Cómo se va a atacar el problema de riñas entre los estudiantes del liceo 14 y los del 55 de La Blanqueada?

—Fue una pelea entre dos bandas de estudiantes. En eso ya se está trabajando. Estamos viendo por qué se da esa situación. Ojo que yo no estoy minimizando el problema, el tema es que el problema nos excede. Solo la educación no puede revertir esta situación.

—El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo que estos no eran problemas de su cartera…

—Bueno, pero hay que abordar acciones conjuntas porque nosotros solos tampoco podemos. Tenemos que integrar al Ministerio del Interior, al Mides y también a los padres. Estamos trabajando, atendiendo los reclamos. Se pide mayor atención con los estudiantes, pero el tema es que hubo un crecimiento de matrícula y también de la aprobación. Aparentemente hay un 3% de estudiantes más que pasaron de año en el ciclo básico, por eso los desafíos son mayores (NdR.: la cifra de repetición se situó en 31% en 2013). Y esto lleva a que, por ejemplo en Maldonado, tuvimos que crear 15 grupos más. Porque si son más los que pasan, más son los estudiantes que llegan a segundo, tercero y cuarto. Además, recibimos a muchos estudiantes que se fueron de los colegios privados. En Piriápolis tuvimos que llevar varias aulas contenedores para poder generar grupos de menos de 30 estudiantes.

Consejero del Codicen - Javier Landoni