Posadas Posadas & Vecino convocó a expertos internacionales con el objetivo de debatir los cambios que traen internet y la tecnología.

El pasado martes se llevó a cabo en el Club de Golf la segunda edición de “Apprendiendo del Futuro”, el ciclo de conferencias organizado por el Estudio Posadas, Posadas & Vecino con motivo de sus 90 años. La primera conferencia, realizada el mes pasado, estuvo centrada en la educación y la profesionalización del docente. “Internet lo cambia todo”, fue el título con el que se anunció este segundo evento, y para discutir esta realidad el Estudio convocó a reconocidos especialistas nacionales y extranjeros.

El evento fue moderado por Carolina Aguerre, doctora en Ciencias Sociales, profesora e investigadora miembro del consejo directivo del Centro de Tecnología y Sociedad de la Universidad de San Andrés.

Disrupción y regulación. El primer orador fue el uruguayo Raúl Echeberría, una de las voces más relevantes del país en tecnología e informática. El vicepresidente de Internet Society dijo que si bien todo el mundo habla de Uber, la disrupción de la tecnología es mucho mayor de lo que se piensa, y afecta a todos los sectores. Por ejemplo, dijo que en Estados Unidos el número de menores de 24 años que mira televisión abierta decrece un 10% todos los años. “Muchos de los empleos van a desaparecer, porque las nuevas tecnologías los van a sustituir, es una realidad humana. Pero por otro lado también hay grandes oportunidades, si logramos desarrollar talentos para dar servicios en todo el mundo”, declaró.

Destacó que uno de los principales problemas que enfrentan los gobiernos es el poder que las nuevas tecnologías dan a los individuos. “Los estados incluso pierden poder en aquellas áreas donde antes tenían un monopolio absoluto. Por ejemplo, en materia de contenidos, ¿cuál es el impacto de tener horarios de protección al menor?”, preguntó el especialista.

En el mismo sentido se expresó el ingeniero Demi Getschko, considerado el introductor de internet en Brasil. “Trabajar con la materia es simple, dado que yo puedo ir a las cosas materiales, pero cuando hay bits, la cosa cambia, y para los gobiernos es casi imposible impedir la existencia de una aplicación”.

Cuando se habla de regular, insistió en que hay que separar lo que es factible de lo que no, de lo contrario se corre el riesgo de imponer una legislación “dura” que espanta a los inversores. Como ejemplo contó el caso de un par de empresas que se fueron de Brasil debido a las restricciones. “Culpar al intermediario es lo más fácil. Si una plataforma contiene usuarios que no hacen las cosas adecuadas no es la plataforma la que tiene que pagar”, dijo.

Un nuevo modelo. El argentino, Hernán Galperín, Director del Centro de Tecnología y Sociedad de la Universidad de San Andrés, basó su exposición en uno de los grandes cambios que introdujo internet: la “modularización de las cadenas de valor”, que rompe con los tradicionales modelos de producción cerrados. Esto concepto es lo que está detrás de que una persona tenga un teléfono Samsung con un sistema operativo de Google, que transmite datos a través de Telefónica, y usa Whatsapp para mandar mensajes, Skype para hacer llamadas y Netflix para ver películas.

“Todas estas aplicaciones son producidas por empresas diferentes pero están coordinadas a través de los mismos estándares y un mismo ecosistema, y cada una de ellas compite en su segmento especifico.

Esta descomposición produce un círculo virtuoso, donde si bien hay un crecimiento de todo el ecosistema digital, no hay una empresa que por sí sola tenga el poder suficiente para controlar todo el ecosistema, favoreciendo la competencia.

El evento también contó con la participación de Antonio García Zeballos, especialista en telecomunicaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, quién desde Washington y vía Skype, mostró algunos ejemplos de las estrategias aplicadas por el Banco para enfrentar uno de los mayores desafíos de América Latina: cerrar la brecha digital que existe entre las zonas urbanas y rurales.

Reflexiones finales. Luego de las exposiciones, el público realizó una serie de preguntas, dónde los especialistas respondieron sobre una variedad de temas.

Consultado sobre internet de las cosas e inteligencia artificial, Getschko advirtió que hay que tener cuidado, porque en el intento de ganar el mercado, muchas veces las empresas desarrollan productos sin las protecciones de seguridad y privacidad necesarias. “Es difícil hacer una legislación porque los fabricantes están en otro lugar del mundo, pero se puede alertar a los usuarios que exijan ciertos prerequisitos”.

Por último, Galperín, destacó la importancia del papel del estado para controlar algunas prácticas maliciosas en la red. Dijo que hay estudios que demuestran la existencia de discriminación en plataformas como Uber y Airbnb. En este contexto, el estado debe velar porque las nuevas aplicaciones no se conviertan en un vehículo para estas prácticas. “Si bien internet es muy disruptiva y hace difícil el trabajo del estado, este todavía tiene un rol en proteger a las personas y promover que esta apropiación de internet tenga un sentido de justicia social.”

Uno de los puntos repetidos en la conferencia fue la importancia de la innovación.

Para Raúl Echeberría, vicepresidente de la Internet Society, los países que van a triunfar en este nuevo mundo serán aquellos que puedan llegar a un umbral de innovación permanente, y los que no lo hagan serán los perdedores. Por eso es importante que cualquier forma de regulación de las nuevas tecnologías no tenga como objetivo frenar los cambios, sino el interés general. “Los desafíos del futuro no tienen soluciones en el pasado”, dijo.
Él especialista destacó que en Uruguay existe un ecosistema de innovación importante tanto a nivel público —a través de agencias como la ANII o Agesic— como a nivel privado.

Un punto interesante fue cuando insistió en la importancia de que las empresas privadas estén pendientes de cuál será la próxima innovación en sus áreas de trabajo. Cómo ejemplo puso el agro uruguayo. Si bien el sector se ha digitalizado mucho en los últimos años, la ciencia ya está desarrollando la producción de carne sin animales, a través de métodos de laboratorios. “El punto es, ¿cómo nosotros que somos proveedores de carne nos aseguramos que vamos a ser líderes en el nuevo mundo? Somos nosotros los que tenemos que liderar el cambio”, dijo.

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