EDUCACIÓN

Sindicato de docentes criticó la pérdida de idoneidad en didáctica.

Como la mayoría de los días especiales, además de tener un interés comercial y de celebración, el Día del Maestro sirve para la reflexión. Y el de ayer no fue la excepción: "El mayor pecado del maestro, en los últimos años, ha sido el silencio que avaló la palabra de la autoridad como santa", criticó Daysi Iglesias, secretaria general de la asociación de maestros de Montevideo (Ademu). Se ha instalado "una moda didáctica, que se sigue arrastrando, esa en que se nos ha dicho que no enseñemos de ortografía".

El sindicato docente está iniciando una serie de reuniones para elaborar abordajes didácticos, un aspecto "central" en la enseñanza y que "ha sido desarmado durante años fruto de una única línea de cómo debemos educar y estudiar".

En este sentido, Iglesias dijo que "luego se le echa la culpa al maestro" de los problemas de la educación, pero quienes tienen que tomar decisiones "no se hacen responsables".

Los maestros directores fueron los que, a la luz de la votación de la Rendición de Cuentas, tuvieron más para festejar en el Día del Maestro: obtuvieron un incremento y se optó por la regulación de 700 auxiliares de servicios, quitándoles a los directores la responsabilidad de ser quienes contrataran a esos limpiadores.

El lunes, cuando el Senado aprobó el proyecto de ley, quedó establecido un incremento de $ 95 millones para que los directores hagan la diferencia frente a un maestro de aula.

"La partida de $ 2.000 (per cápita) a algunos directores los irritó más: en muchos casos no llega a compensar lo que busca, que el director gane más que el maestro de aula. Pero algo es algo y ya estamos en reuniones para corregir los problemas de fondo: por ejemplo, que los directores cobren por antigüedad", señaló Iglesias. Y concluyó: "El problema de fondo sigue siendo el magro presupuesto".