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Maestra de 102 años: "Disfruten de la vida porque es muy corta"

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Cree que la longevidad es algo genético.

Sus antiguos alumnos de la Scuola Italiana la rodearon en su cumpleaños La maestra Picarelli es la “joyita” de la generación 32 de la Scuola Italiana

María del Carmen Picarelli no olvida el día en que los ex alumnos de la Scuola Italiana fueron a visitarla a la residencia de ancianos, cuando cumplió 100 años. En su diario personal, escribió:

"13 de mayo de 2013. Me visitan alumnos de la Scuola. Nubio Desiderio. Mario Casagrande. Ricardo Bello. Pepe Vilardebó. Vinieron del diario El País. Hicieron fotos y preguntas".

Ayer Picarelli cumplió 102 años y fue visitada en la residencia por cuatro ex alumnos y la esposa de uno de ellos. "La vida es corta, muy corta. No me alcanzó; por eso hay que disfrutarla", dijo Picarelli a El País.

Francisco José Sorrenti, Antonio Speranza, Nelly García de Speranza, Ricardo Bello y Concepción Rodríguez, sus ex alumnos de la "Generación 32" de la Scuola Italiana, asentían como si se encontraran todavía en una aula y Picarelli los miraba, inquisidora, con una mano apoyada en un escritorio.

Los ex alumnos, cuyas edades oscilan entre los 79 y los 85 años, y tienen nietos ya adultos, sabían que era una gran verdad lo que les decía su maestra.

Picarelli insistió con el tema ante el silencio respetuoso y atento de los abuelos como si el presente se hubiera disuelto. "Si pudiera, yo empezaría de nuevo a vivir. Pero, a los 102 años, la vida no te da esa posibilidad", expresó la anciana de mirada calma y profunda.

Dijo que no tiene secretos que expliquen su longevidad. Pero sospecha que se trata de algo genético, porque su padre vivió 86 años, una abuela paterna alcanzó los 90 y un tío llegó a los 95.

Picarelli solo sufre cierto grado de miopía y algo de artritis que la obliga a caminar con bastón y un poco de ayuda.

"No tengo colesterol ni presión alta".

La maestra, que vive en una residencia de salud desde febrero de 2011, dijo que ama el verano porque puede salir afuera a sentarse al sol y a escuchar los cantos de los pájaros. "No creo que pase otro verano; estoy vieja", dijo sin ningún miedo a la muerte.

Recordó que, antes de mudarse a la casa de salud, vivía frente a una iglesia. "Yo cruzaba la calle e iba a misa. Soy católica, pero no una devota", afirmó con una sonrisa.

Picarelli, lúcida, ve cómo merma año a año el grupo de alumnos de la "Generación 32" de la Scuola que se acercan a felicitarla.

En una fotografía, que ilustra esta página, se ve a la maestra en la Scouola, con su grupo de escolares uniformados.

Mario Casagrande es uno de los ex alumnos que estuvo en los festejos cuando Picarelli cumplió 100 años en 2013.

"Él quería venir a verme al año siguiente pero se enfermó. Después que murió, su esposa me visitó y me lo contó. Era un buen chico", dijo la maestra jubilada.

Diario.

La maestra jubilada guarda un diario que comenzó a escribir en 1997, sobre un viaje que realizó por Egipto, Turquía, Israel y Grecia.

El cuaderno, manuscrito y con impecable letra, también incluye recuerdos de su infancia, títulos de libros clásicos, autores favoritos y algunos poemas sueltos. Algunos fragmentos evocan diferentes pasajes de su vida:

Recuerdos de la playa. "El tranvía N° 31 que pasaba por la puerta de casa, nos dejaba en la playa. Había unas cuerdas que separaban por sectores a los que concurrían y que llegaban hasta adentro del agua. Había un sector de mujeres, otro de hombre, y otro de familias".

19 de febrero de 2011. "¡Qué mal! Entré a vivir en el residencial ¿O depósito de viejos no queridos?", dice en otro pasaje de su diario.

Con el correr de los años, Picarelli modificó su idea de lo que era un residencial. "Acá el cuidado que tenemos es excelente. Nos dan todo en la mano y la comida es muy sana", expresó ayer a El País.

Los días, tal como se deja ver en sus anotaciones, transcurren a veces con lentitud, y otras con sorpresas que le deparan las visitas que recibe:

22 de noviembre de 2012. "¡Qué tarde larga y triste!", anotó ese día en una página; pero más adelante se lee:

23 de noviembre de 2013. "Un día diferente. Tuve la visita de Angelito Turissani, mi ahijado. Una gran alegría".

22 de septiembre de 2014. "Día del Maestro. Me dieron una sorpresa feliz. María Noel me trajo a sus dos hijos, mis bisnietos. (Me) obsequiaron por mi día y me dieron dos ramos de rosas. Gracias por este momento de gran felicidad. Gracias nietos y bisnietos". maestra centenaria, María del Carmen Picarelli, Scuola Italiana, 102 año

Nació con las sufragistas

La maestra María del Carmen Picarelli nació el 18 de mayo de 1913, un año que se recuerda por muchos sucesos sobresalientes, entre ellos el movimiento de las mujeres que reclamaban el voto en Inglaterra. Pocos meses antes, el 17 de febrero de 1913, en un teatro de Nueva York, el inventor Thomas Alba Edison presenta la primera prueba pública del cine sonoro, consistente en un fonógrafo situado detrás de la pantalla. En Uruguay, se creó el Club Atlético Defensor, y el Club Atlético Peñarol adoptó oficialmente ese nombre. El 27 de julio, en el departamento de Río Negro, se fundaba la localidad de San Javier. En Sudáfrica, entonces bajo soberanía británica, el 6 de noviembre de ese año Mahatma Gandhi fue arrestado mientras lideraba una marcha de mineros indios.

DIARIO DE MARÍA PICARELLI

Recuerdos de un viaje por Oriente

"Emoción en el aeropuerto: Verónica, Jorge, Susana y Ángel nos despidieron. Salimos a las 11:30 horas y llegamos a Ezeiza a las 12:15. Gran espera en el aeropuerto donde tomamos un té y sandwiches y donde conocimos a unas compañeras de viaje (Margot de León y Marta Basile). A las 18:10 horas, salimos en el vuelo 792 en un Boeing 747-300 de KLM. Quedé encantada al ver desde el avión la ciudad de Buenos Aires iluminada". (20 de mayo de 1997)

Impresiones sobre un largo vuelo

"Era mi primer vuelo y fue bien largo. No estuve nervio- sa. No traté de dormir. Me encantó. El aeropuerto de Amsterdam es fabuloso, inmenso, con espacios preciosos. Es tan grande que hay funcionarios que lo recorren en vehículos similares a un automóvil, un poco más chicos. Salimos para Tel Aviv (Israel) después de una enorme espera en el aeropuerto. Entre los pasajeros hay seis ra- binos gordos (eso creo yo, pero capaz que no lo son) que vestían de levita y galera negra. Tenían patillas larguísimas".

Un viaje por el desierto de judea

"Atravesamos los barrios judíos y descendimos al lugar más bajo del mundo, en realidad, de la Tierra.

Fuimos a Massada que está a 80 kilómetros de Jerusalén. Para llegar a Massada, atravesamos el desierto de Judea recorriendo una carretera que asombra que esté en el desierto. Allí vimos a los beduinos en sus tiendas. Pasamos por Jericó que es un oasis en el desierto. Lleno de árboles. Es una linda ciudad"(25 de mayo de 1997)

Un crucero por islas del Egeo

"Hoy salimos a las 7:10 horas para un crucero por las islas. Es indescriptible. El Pireo, hermoso. La nave que nos llevará es lindísima. Tenemos un día de verano increíble.

El recorrido fue hermoso en las aguas verdes del Egeo y con la vista de las montañas del Peloponeso. Visitamos la isla Aegina. Quedé fascinada; no podía creer que estaba allí en vivo. Todo es lindo, todo dan ganas de traer de recuerdo". (11 de junio de 1997)

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