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Locales de cobranza instruyen a empleados en manejo de armas

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Foto: Marcelo Bonjour

Protocolos de seguridad han hecho disminuir las rapiñas a redes de pago.

Mirá, ahí está el arma", le dijo la dueña de un local de pagos de Montevideo al nuevo encargado, mientras le mostraba las instalaciones. El empleado se inquietó, pero la dueña lo tranquilizó: "Podés agarrarla, no está cargada".

El encargado, que por obvias razones pidió no ser identificado, contó a El País: "Al principio me asusté. Nunca había agarrado un arma... Me llamó la atención el peso que tenía y lo fría que estaba".

Trabajadores de locales de cobranzas en todo el país enfrentan sensaciones similares cuando se encuentran por primera vez con un revólver, que deberán aprender a usar. Es una de las exigencias de seguridad que se suma a muchas otras medidas adoptadas por los locales de Redpagos y Abitab para hacer frente o prevenir intentos de asalto.

Los responsables de esos locales asisten a cursos de instrucción para aprender a usar las armas con fines defensivos. En general, los cursos están dirigidos al encargado de la sucursal y a los cajeros.

Miguel Pera, gerente de Seguridad de Redpagos, contó que se busca contratar a gente "que no le tenga miedo a las armas". En general son tres personas las que tienen la misión de cubrir el horario de apertura y de cierre. "Cuantos más haya, mejor", comentó.

El gerente de Seguridad de Abitab, Juan Carlos Vázquez, explicó que cada local tiene independencia a la hora de elegir la cantidad de empleados que requiere para esa tarea.

Situaciones de riesgo.

El encargado de una entidad financiera de una ciudad del litoral (cuyos datos se omiten por razones de seguridad) inició el curso la semana pasada. Primero debió aprender nociones básicas de las leyes penales uruguayas y sobre la legítima defensa. Ahora se instruye en el manejo del arma.

"Nunca pensé que iba a agarrar una", comentó. "Espero no tener que usarla nunca".

La instrucción no se limita a tirar a un blanco. También le enseñan a responder ante "situaciones de riesgo". Por ejemplo, correr hasta cierto lugar, tomar el revólver y efectuar uno o dos disparos en movimiento. En las primeras jornadas debe asistir a la academia desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde. Una jornada a puro disparo.

El concepto esencial es defenderse, no atacar al rapiñero. Los disparos, insiste este encargado, no deben ser letales, sino "defensivos" y "a corta distancia". En esta línea, también enseñan movimientos defensivos: dar patadas y golpes para "neutralizar" al oponente.

Tanta importancia tiene la seguridad que, de seguir trabajando como encargado del Abitab, dentro de dos años deberá volver a realizar el curso para "refrescar" los conocimientos aprendidos.

Mientras se desempeña en el local, el encargado debe trabajar con chaleco antibalas. Es otro requisito que exige el Ministerio del Interior.

Riguroso protocolo.

Estas capacitaciones se suman a los rigurosos protocolos de seguridad de que disponen los locales de cobranza. El gerente de Abitab, un inspector retirado, indicó que implementan medidas más exigentes que las ordenadas por el Ministerio del Interior. "Cuidamos mucho la apertura y el cierre", señaló.

Redpagos pasó a establecer montos mínimos para manejar en el mostrador, no trabajar con la puerta de la caja fuerte abierta y a que sean dos, y no una, las personas que abren la sucursal.

En Abitab, por ejemplo, el dueño debe llamar por teléfono a la casa central, que observa con cámaras de videovigilancia todo lo que está pasando en el lugar. Desde allí le autorizan a abrir la puerta o no.

La seguridad es uno de los rubros a los que le dedican más importancia en Abitab. Solo en cámaras de videovigilancia —controladas a través de una mesa de monitoreo los 365 días del año, las 24 horas del día— se han invertido "cientos de miles de dólares", apuntó Vázquez, y agregó: "Es una parte mínima de todo lo que se invierte en la materia".

Uno de los aspectos más críticos es el movimiento de caudales. Para ello cuentan con una academia interna que brinda cursos especializados para mejorar la seguridad.

Disminuyen rapiñas.

Estos protocolos han permitido que año a año disminuya la cantidad de tentativas de robo a las sucursales de estos locales. Según Redpagos, en el último año hubo 50% menos de intentos.

En Abitab tienen un promedio de 10 rapiñas consumadas por año en los 505 locales de todo el país. Generalmente, esos robos son a clientes de la sucursal.

El gerente de Seguridad contó que la semana pasada se intentó rapiñar un local en Avenida Belloni. Fueron cuatro individuos en dos motos, con armas cortas y una granada. "Fue una rapiña frustrada porque se aplicaron todos los mecanismos de seguridad", apuntó.

El movimiento de los locales está en la mira permanente de los delincuentes.

A principios de abril, la Policía frustró un intento de robo a un local de Abitab en Brazo Oriental, que los delincuentes habían estudiado con detalle.

Unos días antes de ese intento frustrado, la Policía acudió a la llamada de un vecino e intervino a dos hombres que estaban trepados a un árbol frente al Abitab, vigilando el local que planeaban robar.

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Foto: Marcelo Bonjour

TRABAJAR EN SITUACIONES DE RIESGO

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