A diferencia de los otros, se alimentan de néctares de flores.
Las lluvias que han caído con intensidad en el sur del país la semana pasada, han traído un visitante inesperado: un mosquito de extraordinario tamaño (en algunos de hasta 6 centímetros). Se han visto en distintos lugares de la capital y tienen un comportamiento diferente a los insectos corrientes: no vuelan con agilidad y parecen más bien torpes.
De acuerdo a especialistas de la Facultad de Ciencias, pertenecen a una especie denominada tipulidae, conocidos comúnmente como "típulas", "mosquitos gigantes" o "zancudos gigantes". Su presencia se explica por las abundantes precipitaciones registradas.
"Las larvas de los mosquitos siempre se crían en lugares donde hay agua, y como ha llovido mucho últimamente, es probable que hayan aparecido más mosquitos de ese tipo por esa razón", explicó la doctora en ciencias biológicas Patricia González Vainer.
Pero a diferencia de los mosquitos convencionales que son hematófagos —es decir, que se alimentan de sangre—, esta especie no pica sino que "se nutre de néctar, flores, frutos y jugos vegetales", explicó la especialista. Tampoco transmite enfermedades.
Grande pero inofensivo.
Los tipúlidos, de patas largas y finas, que pueden medir de dos hasta seis centímetros (sin contar las extremidades) y se confunden comúnmente con los mosquitos, son en realidad dípteros pertenecientes a una familia distinta a la de los culícidos (los verdaderos mosquitos).
Se han descrito por lo menos 4.256 especies de tipúlidos, una de las familias más grandes entre los dípteros.
ESPECIE DE PATAS FINAS, PUEDE LLEGAR A MEDIR 6 CM