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Lluvias alivian angustia de pobladores de zona rural

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Márquez recoge el agua de lluvia en un tanque de 100 litros en Rincón del Rey. Foto: N.Araújo.

Esto es una bendición", aseguró Aída Calvette mientras ayudaba a su esposo a juntar el agua que corría por los techos de su humilde vivienda y la depositaba en tarros y botellas.

Las lluvias que cayeron ayer en las zonas rurales de Cerro Largo dieron una tregua a los pobladores, que recogieron y almacernaron el líquido elemento "por si esta sequía continúa", dijeron a El País.

Aída y su marido, Pedro Márquez, residen en Rincón del Rey, una de las localidades rurales más afectadas por la falta de lluvias. La Intendencia de Cerro Largo venía asistiendo con cerca de 1.600 litros de agua potable por semana a una docena de vecinos, con ayuda del Comité de Emergencia.

Ayer, en los alrededores de Melo, llovieron 30 milímetros desde las 7 de la mañana hasta las 16:00 horas, de acuerdo a lo que informó la estación de Meteorología de Melo.

huerta muerta.

"Hacía 5 meses justo que no llovía esta cantidad en esta zona", dijo Calvette. "Nosotros no tenemos ovejas ni vacas, solo una huerta donde todo lo que teníamos plantado se murió. El agua que utilizamos es solo para la higiene personal y para consumo", explicó la mujer, que vive con su marido y un nieto de 10 años.

Ayer, en pleno chaparrón, Pedro Márquez tomó un balde, lo colocó bajo del alero de las chapas de cinc para llenarlo de agua y proceder a volcarlo en tarros de 100 y 200 litros.

"Con este acopio que hacemos nos dura varias semanas para regar las plantas, para lavar la cocina, los pisos, y para el baño; porque para tomar, la Intendencia nos seguirá trayendo agua potable desde Melo", explicó su esposa.

Calvette dijo que logró juntar más de 2.000 litros en tanques "y esto me da para algunos días; además, no sabemos si va a seguir lloviendo o va a mejorar el tiempo; ese es el miedo constante que tenemos".

Explicó el trabajo que pasa para lavar las prendas de vestir. "Yo pongo en remojo las ropas en estos baldes negros de la construcción, con bastante jabón, dejo un rato y luego enjuago en otro tacho para ahorrar la máxima cantidad de agua posible", contó, describiendo con desazón las peripecias que se viven en el medio rural a causa del déficit hídrico que se acumula desde el verano.

"Aquí no es como en la ciudad que tienen todas las comodidades; en las ciudades abren una canilla y el agua sale hasta caliente. Aquí no hay canilla, hay que agarrar una jarra, una lata o un balde y cargar con eso para el baño o para la cocina" sostuvo.

De lo contrario, sacar del aljibe en balde. Pero el aljibe, hoy, está vacío.

Prevén más precipitaciones.

El Instituto Uruguayo de Meteorología pronostica un sábado con precipitaciones y tormentas dispersas para el suroeste, centro-sur y este del país, además de la zona metropolitana. Se prevén mejoras en las condiciones climáticas en la tarde. Para el noroeste y noreste se prevé una jornada con probables precipitaciones.

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Márquez recoge el agua de lluvia en un tanque de 100 litros en Rincón del Rey. Foto: N.Araújo.

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