La posibilidad de que se replantee una puja por los derechos televisivos de las competencias de fútbol continental y de las eliminatorias del Campeonato Mundial, es seguida con atención por los legisladores que, sin embargo, a priori entienden que el gobierno debería abstenerse de intervenir en lo que aparece como un pleito comercial entre privados.

La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) negoció con la empresa Full Play los derechos de transmisión de los partidos de las eliminatorias del Mundial en tanto el grupo Datisa (integrado, entre otras empresas por Full Play) compró a la Conmebol los de la Copa América (ver página A5).

El diputado Jorge Pozzi, que integra el Frente Líber Seregni (FLS), "vaticinó que acá en Uruguay se van a reavivar todos los viejos pleitos sobre los derechos de transmisión de los campeonatos". "Parte de las denuncias de los clubes se vinculaban con las firmas que pagaban para televisar los campeonatos, donde hay centenares de millones de dólares en juego", recordó Pozzi a El País.

"En el FLS fuimos muy críticos con todo lo que se vivía en el fútbol uruguayo y que era parte de lo que hoy estamos viendo en el fútbol mundial. Lo que sucedió con los dirigentes de la FIFA que fueron sacados esposados, cambia todas las reglas de juego de la omnipotencia de la FIFA", reflexionó.

En este marco, "el gobierno tiene que jugar el papel de velar para que acá no se produzcan cosas como lavado de dinero a través de la venta o contratación de futbolistas y que se cumpla con los pagos de impuestos", opinó. "Lo demás son negociaciones entre privados y se arreglarán entre ellos", sostuvo el diputado oficialista.

El senador del Partido Independiente, Pablo Mieres, consideró, por su parte, que "no creo que tenga que haber una iniciativa política en esto, lo peor que puede pasar es que esto se politice, esto no puede ser objeto de una cruzada política".

"El Ministerio Público podría sí actuar de oficio en caso de que haya sospechas de ilicitud o de un contrato viciado que tenga que caer", opinó Mieres.

Por su parte, el diputado del Partido Nacional Jaime Trobo, que fue ministro de Deportes, opinó que "el gobierno no se tiene que meter". "Hay contratos y acuerdos en los que participa la AUF y los clubes que son asociaciones civiles con estatutos y responsabilidades. El Estado no debe meterse porque podría afectar el interés de alguien y eso podría volverse contra el propio Estado", sostuvo. "No veo un elemento que justifique una intervención", señaló.

Aunque haya legisladores que adviertan lo contrario, la política tiñó los derechos de televisión en más de una oportunidad, e incluso llegaron a dividir al anterior gobierno. Mientras el expresidente, José Mujica se mostró cerca de la empresa Tenfield y particularmente de su propietario Francisco "Paco" Casal, el hoy ministro de Economía, Danilo Astori, mantuvo una distancia que comenzó a hacerse evidente en 2008 cuando la DGI inició un embargo contra Casal por deudas impositivas.

En 2011, cuando los derechos de los campeonatos locales estaban en discusión, el entonces ministro de Turismo, Héctor Lescano, que es astorista, pidió que la Asociación Uruguaya de Fútbol tuviera "soberanía y autonomía" y se refirió a los derechos televisivos.

"La AUF tiene un formidable instrumento que tiene que ver con los derechos de televisación de los campeonatos locales, internacionales y, muy particularmente, de los partidos de la celeste", dijo el ministro.

Esto le valió críticas del ex futbolista Nelson "Tano" Gutiérrez, socio de Casal, por las que Lescano terminó demandándolo. En mayo de 2012 y tras respaldar al presidente de la AUF Sebastián Bauzá después de chocar con Casal, Lescano renunció sorpresivamente al Ministerio de Turismo.

Astori y Mujica volvieron a enfrentarse cuando el primero pidió postergar la asignación de canales de televisión digital. El entonces vicepresidente entendía que "no estaban dadas las condiciones" para asignar los canales de TV digital y que se perdería una oportunidad histórica. Mujica no lo escuchó, concedió los canales, y evitó así perjuicios a VTV, de Casal, que ya había recibido del gobierno una de las señales.

La última discrepancia entre ambos con Casal en el medio fue por la caída de Bauzá. Mujica retiró a la Policía de las tribunas, se suspendió un partido y el presidente negoció con los clubes mejoras en la prevención de la violencia a cambio de la vuelta de los efectivos. En el medio cayó la cabeza de la AUF.

En el astorismo causó malestar la salida de Bauzá. Astori acusó públicamente a Tenfield. "Los problemas de fondo subsisten, (...) Estos tienen que ver con lo que podríamos llamar una pérdida de soberanía del fútbol de gobernarse a sí mismo. Creo que el fútbol debe gobernarse a sí mismo, sin injerencias de tipo político-partidarias ni económicas. Esa soberanía se ha perdido y se presenta asociada a la posición dominante de una empresa que como todos sabemos es Tenfield", advirtió Astori.

El ex Balón de Oro Luis Figo, que se retiró de la carrera a la presidencia de la FIFA, no excluyó este domingo presentarse de nuevo, asegurando que sigue "disponible" para hacer "más transparente y democrático" el fútbol. "Estoy disponible para construir un fútbol más transparente y democrático, pero depende de las oportunidades, del momento y de los apoyos", dijo en Lisboa al ser preguntado si optará en unas próximas elecciones, después de retirarse de la carrera pocos días antes de que el suizo Joseph Blatter fuese reelegido al frente de la FIFA el pasado viernes. La reelección de Blatter, presidente desde 1998, se produjo dos días después de que la justicia estadounidense imputase por corrupción a 14 personas, nueve de ellas dirigentes o exdirigentes de la FIFA, y siete de ellos detenidos en Zúrich por este motivo. Figo consideró "imposible" que estrellas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo boicoteen el mundial de Rusia-2018, tal como propuso el sábado el exinternacional inglés Gary Neville.

El secretario general de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Jerome Valcke, mano derecha del presidente del organismo Joseph Blatter, realizó transacciones bancarias por valor de 10 millones de dólares a una cuenta controlada por otro funcionario de alto rango del fútbol, informó ayer lunes el diario The New York Times.

Autoridades federales dijeron que la transferencia de millones de dólares en 2008 desde la FIFA a cuentas controladas por su exvicepresidente Jack Warner, son elementos clave del escándalo de corrupción en curso que ha envuelto el organismo rector del fútbol mundial.

Citando a varios agentes de la ley, el periódico dijo que los pagos son una parte crucial de la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos realizada la semana pasada contra nueve funcionarios de la FIFA.

La transferencia bancaria muestra que el rastro del dinero es más cercano al presidente del organismo Blatter de lo que se pensaba, indicó The New York Times.

El juez paraguayo de garantías Humberto Otazú decretó ayer lunes prisión domiciliaria para Nicolás Leoz, el expresidente de la Conmebol, imputado por una fiscalía de Estados Unidos por el escándalo de corrupción en la FIFA.

"Le hice saber sus derechos constitucionales y que podía acogerse a una extradición simplificada, a lo que él respondió que no. Dijo que no sabe los delitos por los cuales se lo acusa", señaló el magistrado en rueda de prensa al abandonar un sanatorio privado de Asunción, donde visitó a Leoz, de 86 años, internado desde hace cinco días.

La prisión domiciliaria fue ordenada por el juez por la avanzada edad del exdirigente.

Leoz es investigado por los cargos de conspiración para acordar intencionalmente, conducir o participar en actividades de crimen organizado relacionado con fraude; conspiración para concebir planes para estafar a través de la televisación de partidos de fútbol y obtener ganancias ilícitas.

En el anterior gobierno, Mujica respaldó a Casal al que cuestionó Astori