Dos uruguayos terminaron en la cárcel tras estafar a un ciudadano argentino que pretendía transferir por banco, desde Australia a Uruguay, una cifra superior a US$ 180.000, suma que provenía, según dijo, de "la herencia de un tío".

Sin conocer previamente a los involucrados, el extranjero se contactó con un uruguayo titular de una cuenta bancaria de una institución privada. A su vez ingresaron en la maniobra otras dos personas, una de ellas de profesión contador.

La Justicia confirmó que uno de los procesados emitió a nombre del argentino tres cheques por un total de unos US$ 44.000. Pero cuando éste fue a cobrar los cheques, para su sopresa la cuenta no tenía fondos.

Al parecer el uruguayo esgrimió todo tipo de argumentos que no convencieron al presunto heredero.

El denunciante, que dijo que no transfería los fondos a su propio país por estar embargado, se presentó ante el Departamento de Delitos contra la Propiedad para radicar la denuncia por el faltante de capital.

Al parecer, se trata de una "extraña maniobra" cuyo objetivo aparente era evitar los controles fiscales en la República Argentina.

La jueza actuante dice en el fallo que "surgen indicios de una desprolijidad supina de todos los operadores que sin perjuicio de haberse perjudicado entre ellos, podrían ser partícipes de una maniobra global en un caso que comienza a conocerse como la herencia australiana".

EXTRAÑA MANIOBRA