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Justicia expectante a nuevo giro en "la ruta del dinero K"

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Fariña junto a amigos en 2011, en la estancia el entrevero. Foto: Google

Declaró once horas Fariña, quien reveló el envío de millones a Uruguay.

La investigación en Uruguay sobre la presunta llegada ilegal de decenas de millones de dólares manejados por el entorno del kirchnerismo entre 2010 y 2013 podría salir del estancamiento en el que se encuentra desde hace tres años —por falta de colaboración desde Argentina— gracias a la confesión de unos de sus principales protagonistas.

El financista Leonardo Fariña, quien en 2013 reveló al periodista Jorge Lanata una trama de lavado de dinero encabezada por el empresario Lázaro Báez —amigo y eventual socio del expresidente Néstor Kirch-ner— está en prisión desde 2014 por evasión fiscal y ayer decidió acogerse a la figura legal del arrepentido para revelar todos los detalles de la denominada "ruta del dinero K", en la que Uruguay jugó un papel clave. Fariña declaró durante más de once horas ante la Justicia y, según la prensa argentina, insistió en la versión de los bolsos con millones de dólares que llegaban a Uruguay y eran descargados en el aeropuerto de Melilla. Fariña también estuvo involucrado en la polémica compra por US$ 14 millones de un terreno en Punta del Este, hecho que sigue siendo investigado por presunto lavado de activos. Los detalles que Fariña brindó ayer a la Justicia argentina pueden ser determinantes para la causa en Uruguay que dirige la jueza del Crimen Organizado, Adriana De los Santos.

Fuentes judiciales dijeron que están expectantes, aunque se precisó que todo está sujeto a los exhortos que se reciban desde Argentina, un mecanismo que no suele funcionar de forma acorde a los tiempos que requiere la Justicia. En promedio demoran más de un año por temas burocráticos, y una buena parte de los que en su momento envió De los Santos por esta causa no fueron contestados por la contraparte argentina.

Por otra parte, la justicia uruguaya estuvo siempre atenta a la evolución del caso en Argentina, dado que allí tuvo marchas y contramarchas. Además, para actuar es imprescindible determinar si el ilícito cometido en Argentina es precedente de lavado de activos. Por ejemplo, si se comprobara que el dinero que transitó por Uruguay, ya sea en efectivo o a través de transacciones electrónicas, deriva de evasión tributaria, en nuestro país no configuraría un delito de lavado. En cambio, si es producto de corrupción (sobrefacturación en obras públicas) o sobornos, sí se podría tipificar el delito.

En su momento, fuentes oficiales dijeron a El País que "no era conveniente" que la investigación en Uruguay avanzara más rápido que en Argentina. "Y si encontramos un delito y ellos no", se razonó.

La confesión.

Apenas entró Fariña al juzgado, el juez Sebastián Casanello decidió volver a colocar la causa bajo secreto de presumario, el cual había levantado tiempo atrás. Esto le permite iniciar acciones sin el conocimiento de las partes. La prensa argentina dijo que durante el curso de la confesión de Fariña, el magistrado ordenó allanamientos que podría realizarse durante todo el fin de semana. Según trascendió, Fariña contó cómo ayudó a Báez (quien está preso desde hace una semana pero se ha negado a declarar) a sacar de Argentina, por lo menos, decenas de millones de dólares.

El periodista Nicolás Wiñazki, quien investigó la ruta del dinero K junto a Lanata, dijo anoche en Canal 13 que Fariña involucró en su declaración a Néstor Kichner y Cristina Fernández con el dinero que maneja Lázaro Báez y habría ofrecido detalles muy precisos de sus contactos con la Casa Rosada.

La ruta uruguaya.

En las maniobras del dinero K, Uruguay cumple un papel central. Lo denunciado por Lanata en 2013 comenzó a confirmarse semanas atrás cuando se filtraron las filmaciones de la financiera SGI, conocida como "La Rosadita" en alusión a la Casa Rosada, donde se ve a varios de los personajes centrales de la trama contando fajos de dólares y colocándolos en bolsos. Fariña había dicho que Báez, como testaferro de Kirchner, enviaba bolsos con dinero en efectivo a Uruguay. La Justicia investigó los vuelos que llegaron a Uruguay entre 2011 y 2012. En su momento, el diario Clarín informó que el avión Learjet matrícula LV-ZSZ, perteneciente a Báez, viajó entre 2011 y 2012 por lo menos seis veces a Uruguay. Otro de los financistas involucrados, Federico Elaskar, dijo a Lanata en su momento que con ese procedimiento Báez envió al exterior alrededor de US$ 55 millones. Ayer, según medios argentinos, Fariña insistió con la versión ante el juez y detalló que los vuelos aterrizaban en el aeropuerto de Melilla. Elaskar declaró en 2013 ante la Justicia argentina que los empresarios K tenían funcionarios amigos que ingresaban las valijas con dinero sin que pasaran por los controles de Aduanas.

La compra de El Entrevero en Maldonado también formaría parte de la ruta del dinero K. De la transacción participaron diversas sociedades anónimas y testaferros, entre ellas Jumey SA. El diario El Observador confirmó que dicha sociedad estaba presidida por Daniel Pérez Gadín, contador de Báez, que también fue detenido y está preso desde la semana pasada. En febrero del año pasado, el Ministerio de Economía sancionó a los profesionales que intervinieron en la venta de la estancia El Entrevero.

El escribano que intervino en la compraventa y el operador inmobiliario que participaron del negocio debieron pagar una multa de US$ 276.035 y US$ 88.934 respectivamente, por incumplimiento de las obligaciones impuestas en la ley de lavado de reportar las operaciones sospechosas.

Por otra parte, según informó Búsqueda, los Panama Papers también revelan que Lázaro Báez utilizó sociedades anónimas offshore vinculadas al estudio Damiani.

Entre los giros y los terrenos.

La investigación de la ruta del dinero K en Uruguay involucra la compra de al menos seis terrenos y varios giros por decenas de millones de dólares realizados desde Uruguay a cuentas en diversos países, entre ellos Suiza, Estados Unidos y Liechtenstein, por al menos media docena de sociedades anónimas vinculadas al empresario Lázaro Báez o personas de su entorno que actuarían en calidad de testaferros.

OTRA SA.

Un nexo entre los K, Uruguay y Lava Jato.

La Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) investiga a la firma uruguaya Pribont Corporation Sociedad Anónima, creada el 28 de marzo de 2007 y que habría sido disuelta en 2015. Pribont Corp. aparece como destinataria de un giro por US$ 80.000 que para las autoridades brasileñas constituye una coima en el marco de la investigación Lava Jato, pagada a Ricardo Jaime, exsecretario de Transporte del gobierno de Cristina Fernández. Jaime fue detenido la semana pasada y sobre él pesan tres denuncias por corrupción, la última por la compra de trenes.

Pribont Corporation operaba en el banco First Caribbean International de Curazao desde el cual se realizaban las transferencias recibidas desde Argentina vía Uruguay hacia otros países.

Días atrás, la diputada argentina Graciela Ocaña anunció que vendría a Uruguay a presentar una ampliación de la denuncia que hizo en 2014 ante el juzgado del Crimen Organizado. Si bien el centro de la denuncia de Ocaña son las transferencias del empresario Lázaro Báez, incluirá en la denuncia a Pribont SA. Las coimas que habría recibido Jaime, beneficiario final de las transferencias de Pribont SA, habrían sido pagadas por la constructora brasileña Odebrecht, una de las involucradas en el escándalo que está haciendo tambalear al gobierno de Brasil. El dueño de Odebrecht, la mayor constructora de Brasil y una de las más grandes del continente, fue procesado por el juez Moro a 19 años de prisión junto a otros cinco directivos de la empresa.

Pero la sociedad anónima no es la única que vincula al escándalo Lava Jato con funcionarios del exgobierno argentino. Un empresario brasileño, que confesó en calidad de arrepentido en la causa Lava Jato, también señaló al exministro Julio De Vido en una maniobra de Petrobras.

La investigación de la SEC la lleva adelante un exfiscal de Manhattan, Mark Shaw, un expiloto de combate de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Las autoridades de Uruguay, fundamentalmente la Secretaría Antilavado y la Dirección General Impositiva, están atentas a la información que surge en Argentina, Brasil y Panamá (Panama Papers) e involucran a la plaza local.

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Fariña junto a amigos en 2011, en la estancia el entrevero. Foto: Google

EL KIRCHNERISMO

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